HAROLD MOSQUERA RIVAS
El día 20 de octubre de 1964, en Oakland, California, nació Kamala Harris, la vicepresidenta electa de los Estados Unidos. Abogada de profesión, egresada de la Escuela de Leyes de California, ex fiscal del Distrito de San Francisco y Senadora de la República.
Para todos los afrodescendientes y por supuesto para las mujeres del mundo, es motivo de orgullo este hecho, pues por primera vez una mujer afro es elegida Vicepresidenta de la nación más poderosa del planeta. Es bastante probable que con su presencia no cambien muchas cosas en el país de norte, porque los imperios no dependen de los cambios de gobierno, deben seguir girando con el globo terráqueo, sin importar cuál sea el capital que guie el barco. Sin embargo, la doctora Harris va abriendo camino a las mujeres y a los afros. Basta recordar lo que significaron los 8 años del gobierno de Barack Obama, después de lo cual, las visas que antes eran negadas, pasaron a ser aprobadas, por el mundo entero nos acostumbramos a ver afros desempeñando cargos importantes.
La doctora Harris como senadora ha propuesto una reforma al sistema de Salud de los Estados unidos, la legalización del consumo de marihuana la legalización de la situación de los inmigrantes y la prohibición de las armas de fuego que se venden en ese país como si fuera ropa de temporada. Por todas estas posturas democráticas, se destacó dentro de su partido, hasta alcanzar su postulación como fórmula vicepresidencial del partido demócrata. Su llegada a tan alta dignidad se convierte en una pequeña luz de esperanza para las niñas de Guapi, López de Micay y Timbiquí, en el Pacífico caucano, al igual que para las niñas de Puerto Tejada, Villa Rica, Guachené, Padilla, Caloto, Miranda, Corinto, Santander de Quilichao, Buenos Aires y Suarez en el Norte del Departamento y las pequeñas del Patía y sus alrededores, junto al resto de población afro caucana. Ya llegará el día en que sea elegida por voto popular una alcaldesa para la Ciudad Blanca, una gobernadora para el Cauca y una Presidenta para Colombia. Mañana veremos posesionarse en la Universidad del Cauca a una Rectora, pues hasta ahora solo hemos tenido vicerrectoras. Vendrán tiempos mejores para todos. Como en nuestro himno nacional, pronto diremos que cesó la horrible noche, cuando el señor Trump, salga de la Casa Banca. Recuerdo que hace algunas semanas escribí sobre una taxista de Popayán. Después de ello, me la encontré de nuevo y me contó con tristeza que había sido víctima de un atraco, mientras prestaba el servicio, forcejeo con el ladrón, pero al ver acercarse a un acompañante del bandido, cesó en el propósito de oponer resistencia para recuperar sus pertenencias y se marchó con la decepción de ver a muchas personas que presenciaron los hechos y ni siquiera gritaron. Solo observaron, influenciados por la indiferencia, o por el miedo. A pesar de ello, continúa prestando el servicio, con el trauma de lo sucedido, pero con la misma necesidad del primer día. Espero algún día encontrarla en una dignidad superior. Ahora todo es posible.