En Popayán, y en menos de 24 horas, se registraron dos escenas donde la protagonista fue la airada comunidad, la cual optó por tomar la justicia por su cuenta y agredir físicamente a los probables protagonistas de dos hechos delictivos, registrados en los barrios Los Hoyos y El Empedrado.
La primera situación se dio en horas de la noche del pasado martes, cuando dos sujetos pretendían hurtar a un taxista fueron sorprendidos por un ciudadano, también taxista, que optó por embestir a los individuos al momento de movilizarse en una motocicleta por una calle del barrio Los Hoyos.
“Como los taxistas estaban alertas entonces todos llegaron apoyar al compañero, y uno del gremio no la pensó dos veces y embistió con el carro a los sujetos, tumbándolos de la moto entonces ahí ya llegamos todos al sitio para acorralarlos para esperar así a la Policía”, explicaron Carlo González, taxista.
Pasaron los minutos, al sitio donde permanecía los presuntos delincuentes arribaron funcionarios de la Policía Metropolitana de Popayán para asumir el control de la situación, trasladando luego a los jóvenes a la URI de la Fiscalía e inmovilizando la moto que estaba en el lugar. La oportuna presencia de los uniformados permitió salvaguardar la integridad física de las dos personas porque ya los ánimos se calderón y muchos empezaban a pegarles.
Pasa las horas, la noche. En la mañana de ayer, la escena de ofuscados ciudadanos por el actuar delictivo de jóvenes se repitió, pero esta vez en una de las calles del barrio El Empedrado. Dos personas jóvenes, a bordo de una motocicleta, interceptaron violentamente a una joven para luego arrebatarle el bolso, donde portaba su teléfono celular, una chaqueta y 75 mil pesos en efectivo.
“La gente se dio cuenta de lo que le hicieron a la muchacha, iniciándose una persecución la cual terminó cuando buscaban escabullirse por la calle 12A con carrera 9 cuando los tumbaron, procediendo a quemar la moto que usaban y a golpearlos. Por fortuna llegaron rápido los patrulleros, quienes protegieron a uno, dándole después captura. El otro se voló”, explicó un testigo del hecho que se comunicación con El Nuevo Liberal.
Reacciones
Las reacciones frente a esta clase de situaciones no se hicieron esperar. Para la abogada penalista María Paula Zuleta, estos casos representan el desespero que padece la gente frente al alto número de casos de raponazos o atracos callejeros, optando por actuar por su cuenta pero que esta posición es un a la vez muy riesgosas porque ese ciudadano inconforme puede terminar envuelto en líos judiciales.
“Hay que advertirles a las personas que así actúan de esa manera, pueden incurrir en un delito de lesiones personales y o daño en bien ajeno, y como tal ser judicializadas por ello. La ley penal colombiana consagra la captura por la ciudadanía, pero una vez aprehendidos, deben ser entregados a la Policía, quienes deben dejarlos a disposición de la autoridad competente”, explicó la profesional del derecho.
Mientras tanto, el comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, coronel Pompy Arubal Pinzón Barón, invitó a la comunidad a colaborar con los funcionarios de esta institución, pero dentro del marco legal y dejando en manos de los uniformados la aplicación de la ley.
“Hay dos situaciones que se dan en torno a la captura. Una cuando agreden al sospechoso, situación que no se debe dar; y la otra cuando algunos integrantes de la comunidad arremeten violentamente contra los policías, evitando la aplicación de la norma a la hora de aprehender a una persona sorprendida cometiendo un hecho delictivo. La ciudadanía debe tener presente que en ambos casos es mejor colaborar con las autoridades, permitiendo que los uniformados apliquen la norma, la cual salvaguarda la convivencia ciudadana”, explicó el oficial.
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