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@kemistrye
Sigamos esta vez con la cultura, más exactamente con la pintura; este aspecto de la vida debería estar ahí siempre acompañándonos, cogiéndonos de la mano como con un niño pequeño, mostrándonos los colores y las formas siempre como si fuéramos los más ignotos del mundo, maravillándonos como si acabáramos de nacer. El arte, los cuadros, esa belleza ahí congelada. Por ahí leía que debemos vivir la vida, no como si fuera el último día, sino como si fuera el primero; no con desenfreno sino con asombro; no haciendo con afán todo lo que pudimos haber hecho, sino haciendo con parsimonia solo la primera actividad, todo a la vez, todo lento. Ver un cuadro bello, ver sus distorsiones, realidades e incongruencias. ¿Hay afán?
Recordaré toda mi vida la visita el año pasado al Musee d’Orsay en París. Tengo todo apuntado, hay mil vivencias pero esta vez les comentaré tan solo las referentes a este artículo, las que quiero mencionar esta vez. Todo a la vez, todo de a poco. Entré al salón, creo que se llamaba el de los post-impresionistas, y vi un Van Gogh. Creo que se llamaba “Les Oliviers” (si hay referencias o alguna escritura errónea favor disculparme de antemano). Me maravillé, sonreí, miraba mis manos, miraba a la gente. Luego vi “Le semeur”, un cuadro más que lindo, imponente. Qué belleza de museo y qué belleza de experiencia.
Recuerdo haber visto ahí cuadros de Gauguin, de Renoir, de Monet, de Manet, de Degas y pude ver de primera mano el ambiente parisino del arte impresionista. Pude ver porqué es tan venerada esa manera de expresarse, lloré viendo un cuadro de Mary Cassatt. Los cuadros me hablaban, sentí eso que apodaron los especialistas, ese tal síndrome de Stendhal, es casi enfermarse de ver tanta belleza Casi desfallecer, casi. Siquiera.
El arte. El año pasado estrenaron una película animada sobre este artista, llamada “Loving Vincent”, me acuerdo que fue linda más no me mató del todo, tal vez era muy lenta, no lo sé. Esta vez tendremos la oportunidad de ver un documental sobre van Gogh en Cine Colombia. Será solamente este fin de semana, se llama “Van Gogh: Del boceto a lo sublime”. Se podrá plasmar algo de lo que vi ahí, es la vida y obra de Vincent Van Gogh contada por su más grande coleccionista: Helene Kröller-Müller, una interesante dama que murió en 1939.
No se la pierdan. Entre tantas opciones que tenemos ahora hay cosas muy interesantes. En cine, en Netflix, en la calle, en todo lado. Hoy y siempre. Pero guardémosle un par de horas para ver esto, seguro no se van a arrepentir.
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