Por: GRACE PATRICIA GALLEGO SUAREZ
Foto: Cortesía de Diego Tobar
La historia de la mezzosoprano Caleña Janeth López, hoy radicada en Popayán, comienza cuando, llegó a la ciudad en los años en que Jorge Flórez Calvo, convocaba lo mejor de la música, en el -Encuentro Nacional de Tríos- , acontecimiento musical y artístico de gran calidad, e impecable presentación, que marcó una época de muchos recuerdos para los amantes de la música, así como el toque de guitarras, tiples, bandolas y las sonoras voces que acariciaban el alma con bambucos, pasillos, y boleros de siempre…
Ganó el primer puesto en los inicios de este encuentro, desde entonces, participó como jurado e intérprete, se enamoró poco a poco de esta ciudad tan propicia para el arte que le abrió sus puertas.
Inició su vida musical cantando rancheras, baladas y boleros. Al imponerse nuevos retos, consideró importante educarse en la academia, entró la Universidad del Valle, para formarse como Licenciada en Música y luego hacer énfasis en el canto lírico, género que la dejó prendada, por su exigencia, pero también, por la profundidad de lo que esas obras musicales expresan, inspiradas en los grandes compositores.
Su meta inmediata fue cantar con la Orquesta Sinfónica del Valle, con la que interpretó su primer concierto, dirigido por el maestro Búlgaro, Dimitri Manolov, su primera gran realización en el canto lírico. Su pasión. Al año siguiente, en el 95, recibe invitación para participar en el Festival de Música Religiosa que se realiza cada año en la Ciudad de Popayán, en el marco de la Semana Santa, acercándose cada vez más a la ciudad.
En 1997, se gana una beca para estudiar canto lírico en Méjico, en la fundación creada por el tenor español Plácido Domingo, para estudiantes latinoamericanos, – una experiencia muy humana- en la UNAM de Méjico, donde alternó con varios cantantes del Metropolitan Haus de Nueva York, tenía como profesor al mejicano Enrique Patrón de Rueda, y su coaching, Jotan Donerman, se quedó en ciudad de Méjico hasta el año 2000, donde termina con éxito sus estudios como becaria.
De su gran aprendizaje trajo al país una serie de conciertos, los cuales interpretó con la Orquesta Sinfónica de Bogotá, en diferentes ciudades de Colombia.
Recibió la oferta laboral como docente ocasional y como solista, en la Universidad del Cauca, en la ciudad donde ella poco a poco había creado lazos de amistad con personas que terminaron convenciéndola de quedarse, sobre todo, por la mayor razón de su vida, su hijo.
Descubrió grandes talentos en esta Universidad, y se quedó. Hace tres conciertos al año, situación que le preocupa, pues el canto lírico tiene poco apoyo y considera necesario crear estrategias para llegar al mayor número de personas, para masificar el amor por la música, le apasiona la ópera, pero su puesta en escena demanda mucho dinero, ni las empresas, ni el Estado apoyan este género musical.
La Universidad hace grandes esfuerzos para apoyar talleres especiales, y espera que con la obra el Fantasma de la Opera, se haga un concierto o se realice un musical. Entre logros y retos han pasado 20 años, aspira a quedarse 10 más, guarda la añoranza de vivir en Cartagena o Santa Marta, ciudades a las que ha ido a dirigir talleres, y donde ha encontrado con jóvenes de mucho talento, espera que su voz esté sana para seguir cantando y enseñando, su razón de ser.
En este momento se encuentra realizando un proyecto de reconocimiento social, – Flashmon Lírico- en la Universidad del Cauca, que ha tenido gran acogida y el cual se encuentra en este momento en ejecución. Consiste en que llegan uno o varios cantantes líricos, en el momento que se adelanta algún evento, interpretan una o varias piezas y se retiran, dejando entre los espectadores una sensación de asombro, por lo exclusivo del género y la novedad que este Flashmon Lírico produce entre los espectadores.
El reto de mayor impacto social es llevar el canto lírico a todos los públicos. En los llamados sectores populares donde se han presentado, han tenido una acogida y aceptación rotunda, teniendo como respuesta, el respeto y el silencio de todos.
El rector José Luis Diago Franco, pidió al Departamento de Música, que presentara este evento experimental en el Congreso de la República. En un receso, intervinieron la profesora Janeth y algunos de sus alumnos. Cantaron ópera, utilizando pista, óperas tan famosas y reconocidas como Carmen o la Traviata, con traducción al español para mayor conocimiento de las obras. Los Congresistas recibieron con admiración este trabajo académico.
Para la soprano Janeth López, es una gran realización haber grabado un CD, para concluir la campaña “Cantata por la Paz”, un proyecto de la Universidad del Cauca, de reconocido impacto social, en la que ella actuó como solista acompañada de la Orquesta Sinfónica de Popayán, bajo la dirección del maestro Felipe Aguirre.
Agradece a la Universidad la oportunidad que le ha brindado, y se siente orgullosa de que sus estudiantes y promocionados se encuentren desempeñando la cátedra de canto en diferentes lugares del país. “Escogí la Carrera más bonita, me tocó en suerte los profesores ideales, que me enseñaron a trasmitir lo mejor de mí, lo trasmito y espero seguirlo haciendo en el tiempo que sea necesario, eso es lo ideal hacer bien el trabajo”.
Janeth López, mezzosoprano, profesora de canto lírico de la Universidad del Cauca, nos pide abrir la mente y los corazones hacia la buena música, porque cultiva el alma, y, en un proceso de Paz como el que adelanta Colombia, es necesario que se desarrolle en el ser humano la parte armónica, si hay paz interna, hay paz nacional !La música contribuye a esto¡
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