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Un grupo de indígenas se ‘tomó’ una finca en el municipio de Caldono, norte del Cauca. En medio de esta ocupación, los nativos quemaron varios cultivos de café y amenazaron con golpear a las personas que tienen a su cargo la administración de este predio rural.
La llegada de los nativos a este predio empezó el pasado miércoles, cuando los administradores fueron sorprendidos por cerca de noventa nativos, que portando machetes y garrotes, intimidaron a estos últimos para que no se opusieran a la ‘toma’ del lugar.
Una vez se registró la ocupación del predio, su propietario entabló la respectiva denuncia ante las autoridades competentes. Mientras tanto, integrantes de la fuerza pública informaron que se buscará desalojar a los indígenas, ya que hay una serie de documentación que acredita que la finca fue adquirida de manera legal y sin afectar la jurisdicción especial de los nativos.
Lo preocupante de este fenómeno es que esta clase de ‘tomas’, llamadas por unos como invasión, se está presentando en pequeños predios, cuyos propietarios sostienen que compraron en zonas que no son territorios ancestrales, como el caso de la finca El Alba, ubicada en el vereda El Cofre, Cajibío. En estos momentos, dicha parcela es objeto de una ‘toma’ de los indígenas que llegaron del oriente del Cauca a dicho punto, sin ser esta una zona nativa.
“Compramos la finca de forma legal, tenemos las escrituras que así lo demuestra, es una finca pequeña, pero desde meses atrás está ocupada por los indígenas, quienes prácticamente nos sacaron a la fuerza, en medio de lo que ellos denominan la liberación de la madre tierra, a pesar de que no soy un terrateniente, ni un gran hacendado”, dijo el propietario a El Nuevo Liberal.
El otro caso es el centro recreacional ‘Aguatibia’, ubicado en zona rural de la localidad de Coconuco, Puracé, donde nativos están agolpados en el lugar desde el pasado 9 de abril del presente año, ya que alegan que ese predio pertenece a la comunidad nativa de los coconucos.
En diferentes escenarios, los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, han explicaron que esta ‘tomas’ a predios se integran en lo que ellos denominan la liberación de la madre tierra, que en últimas no es más que la el anexo de tierras a los resguardos o cabildos existentes.
Esta clase de acciones se adelantan también en propiedades de ingenios azucareros ubicados al norte del Cauca, donde la ejecución de esta política de ampliar la jurisdicción especial nativa, ha dejado víctimas mortales, ya que la fuerza pública interviene para garantizar el derecho de a la propiedad privada.
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