Los relatos que generan esperanza en Colombia. Esta iniciativa de la Comisión de la Verdad con apoyo del Programa de Justicia para una Paz Sostenible de Usaid, contó con la participación de hombres y mujeres que con su labor están cambiando historias de conflicto en relatos de convivencia y no repetición.
Transformar el dolor en cambio y en oportunidad, es lo que desde hace muchos años practican líderes y lideresas en diversas regiones del país, convirtiéndose en héroes y heroínas de sus comunidades, a quienes les dan una voz conciliadora y esperanzadora para que lo vivido a causa del conflicto no se repita.
Hacer eco de ellas, visibilizarlas, fue la labor de la Comisión de la Verdad que con apoyo del Programa de Justicia para una Paz Sostenible de Usaid, desde hace más de un año ha venido recorriendo caminos en busca de este reconocimiento a colombianos que en medio del fuego cruzado han seguido trabajando por la convivencia y la no repetición.
Comunidades, organizaciones sociales, instituciones, grupos de jóvenes, entre otros, quienes a través de su labor han cambiado la vida en los territorios, pero sobre todo han salvado vidas.
La iniciativa
‘Historias para cambiar la historia’, como se le denominó a esta iniciativa, cerró su ciclo el pasado 4 de junio, con un evento virtual donde varios de los aliados y embajadores del proyecto junto a los líderes de algunas regiones narraron el impacto de estas experiencias.
“Gracias a todas las comunidades que contribuyeron a mantener la esperanza de la paz. Quedará en el archivo para el futuro los esfuerzos de hombres y mujeres de tanto coraje que nunca perdieron la fe”, señaló Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad.
Por su parte, Larry Sacks, director de Usaid Colombia, manifestó que una de las grandes lecciones que deja el proyecto ‘Historias para cambiar la historia’, es esa transformación positiva que ha logrado la comunidad, las organizaciones e instituciones para que termine la violencia.
Resolviendo conflictos pacíficamente
San José de Uré y Puerto Libertador en el sur de Córdoba, y Caloto en el Cauca son tres lugares donde la transformación ha sido posible gracias a la conciliación.
“Nos articulamos, hacemos seguimiento a casos dentro de los Comités Locales de Justicia, y eso nos ha permitido generar unas experiencias positivas, porque somos el puente entre la ciudadanía y actores como la fiscalía y juzgados”, señaló Adris Salgado, conciliador en equidad de Puerto Libertador.
Y es que la conciliación en estas tierras ha sido el mecanismo que no solo ha ayudado a resolver problemas a través del diálogo y la concertación, sino que también ha contribuido a que los despachos judiciales o actores como la inspección de policía o las autoridades indígenas, puedan resolver otros asuntos, mientras los conciliadores ayudan a la comunidad en resolver estas querellas.
Para Ubadel Romero, inspector de policía de Puerto Libertador, la conciliación en equidad es “una bendición, porque nos ha ayudado a descongestionar nuestro despacho resolviendo conflictos de los que no teníamos competencia, pero que por la mediación resolvíamos desde la inspección”.
A cientos de kilómetros, desde el resguardo de López Adentro en Caloto, Cauca, Avigail Ul también se conectó a este evento virtual para contar su experiencia como conciliadora, donde destacó cómo desde 2015 cuando ella y otros compañeros empezaron a ejercer como conciliadores, fueron de gran ayuda para el Cabildo, ya que, por sus diversas ocupaciones se demoraba en resolver algunos casos.
“Nosotros los tratamos con delicadeza y hacemos algo muy importante que es escuchar a la gente. Oímos ambas partes y luego nos sentamos los tres a resolver el conflicto”, señala Avigail.
Como ellos, en más de 50 municipios de Colombia hoy hay hombres y mujeres conciliando, acercando la justicia a las comunidades más vulnerables, trabajando articuladamente con las instituciones locales y nacionales para que estas voces que generan esperanza y piden no repetición sigan teniendo eco.