Imposible negar nuestro desencanto ante el fallo de la Honorable Corte Constitucional (mayo de este año), en relación con el llamado Fast track. Como es lo usual, pero no lo deseable, no se conoce la sentencia completa. Lo respetamos y acatamos por provenir de tan alto tribunal y que lo compartamos o no, es otro asunto, también respetable y democrático. Al tiempo, rechazamos el lenguaje de alias ‘Santrich’ para referirse a él, aunque preferimos escucharlo “hablar mierda”, que asesinar, secuestrar y aterrorizar.
Tan de inmediato como se conoció el periodístico informe, se publicaron los resultados de la encuesta presidencial de Invámer. Dio la impresión de que sus compradores esperaban divulgarla un poco más adelante, pero la sorpresiva difusión del inesperado fallo apresuró su publicación. A Caracol Televisión (y Blu Radio, del mismo dueño) y a la revista Semana “les tocó”. Y es explicable, y hasta comprensible, esta actitud por parte de los dueños de la encuesta. Lo que no es justificable es que ninguno de sus voceros –Juan R. Vargas, Néstor Morales y Alejandro Santos-, se hubieran referido –así hubiera sido mínimamente- a que ésta, desde ya nacía coja, al haberse producido un fallo tan sorpresivo e inesperado, que la afectaba. Quienes estamos con el Proceso de Paz que se lleva a cabo con las Farc, esperamos que éste llegue pronto a su final, para que no nos vaya a ocurrir aquello de que “en la puerta del horno se nos queme el pan”. ¿Por qué razón afirmamos que esta encuesta nació coja? Veamos.
Recordemos que en la última elección (2014-2018) se votó el dilema de quienes de verdad sí estábamos por la paz versus quienes sólo lo decían “de dientes para afuera” -como decía, doña Angélica, mi madre- o sea, que expresaban lo políticamente correcto, pero que en el fondo lo que deseaban era aniquilar hasta el último-a Farc. Esto sólo lo consigue la guerra total (claro, guerra total de muertos ajenos). Luego se fueron conociendo cosas. Que mintieron para ganar el plebiscito. Que están dispuestos a “hacer trizas el maldito acuerdo con las Farc”, según Fernando Londoño, director del partido de Álvaro Uribe. Y otras que me limita este espacio. Decía antes, que el resultado de la última elección presidencial se definió entre quienes estábamos de acuerdo con la búsqueda de la paz versus los continuadores de la guerra con muertos ajenos. En la mencionada encuesta de Invámer, el desempleo, la salud y la corrupción agrupan al 63% de los encuestados, con un 21%, aproximado, para cada uno. El interés por la implementación del acuerdo con las Farc aparece sólo con el 2,5% y firmar el acuerdo con el Eln con el 2,4% (aunque esperamos que el Eln también entre en la onda de la paz, quizá se ve que ellos con sus obras –asesinan, secuestran, vuelan oleoductos, etc.-, están en contra de lo que dicen con sus palabras, como Uribe y los suyos).
Si el acuerdo no alcanzara a implementarse en su fase definitiva en lo que queda de este gobierno a causa del fallo de la HCC en mención, y si ésta continuara votando tan inesperadamente las otras demandas, su implementación se convertiría nuevamente en “La vara del premio” (o también “Vara enjabonada”) en búsqueda de los resultados para la próxima presidencia. La HCC se convertiría no sólo en la principal protagonista, sino que su participación pasaría a ser parte del veredicto de nuestra Historia Patria.
Una última encuesta (Cifras y conceptos) da un empate técnico para Vargas, Claudia López y Petro. Lo publicado en semana.com, no es tan explícito como la de Invámer. Sólo se habla de los precandidatos pero casi nada de las preferencias en temas.
Repetición de nota respetuosa.- Sr Alcalde Federico, ojalá diera una pasada por la UDA Giarardot: motos y ciclomotos la recorren a velocidad. Ni policías ni guardias hacen o dicen nada. Los baños permaneces dañados y cerrados o anulados con un plástico por meses. ¿Quién responde? Disminuye el humo de la yerba. Ojalá sea duradero.
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