¿Hasta cuándo durará la paciencia?

GUILLERMO ALBERTO GONZALEZ M.

[email protected]

Miles de personas y en su representación la totalidad de los gremios de la ciudad, redactaron un comunicado enérgico y detallado que se va lanza en ristre contra la “minga indígena”, un movimiento cuyas consecuencias son especialmente nocivas para el Cauca y para departamentos vecinos. Las pérdidas se calculan en 40 mil millones de pesos en 23 días. En cuanto corresponde a la magra economía caucana son altamente significativas y dejan en déficit a buena parte de los balances de las empresas.

Además de las cuantiosas pérdidas, que cada día se registran peores, termina azotando a los sectores menos favorecidos de la sociedad. Qué opinan los indígenas de la situación social que se pone de presente en el empleo­ disminuido, el limitado acceso a los alimentos que por estos días escasean en todas las tiendas, el transporte bloqueado con una carga que cumple con plazos perentorios, citas médicas que se incumplen, en fin, un desbarajuste social interminable que no tiene justificación. Hay muchas personas que si no trabajan no pueden llevar a sus familias el diario sustento.

Es decir que no hay justificación alguna para el bloqueo de las carreteras. Son tantos los daños que se causan que no habría condena suficiente para quienes atentan así contra la vida. Triste la situación de fábricas que tienen llenas sus bodegas porque no pueden vender el producto. La situación es aún peor para los productores del campo, especialmente los lecheros, que se han visto obligados en razón de lo perecedero del producto a botar las cantinas llenas de leche en el suelo. Los niños son los más perjudicados en este panorama aciago, pues no llegan los alimentos contratados y no pueden tener clase debido a que los profesores no pueden transportarse de la ciudad en donde habitan.

La solución no es fácil porque hay infiltración de la guerrilla, como lo prueban la muerte de cuatro policías y los delitos que a diario se cometen. Cualquier solución debe iniciarse con el denuncio penal contra los orquestadores de este paro. El gobierno ha mostrado que en el plan nacional de desarrollo se introdujo por primera vez en la historia, un capitulo “por diez billones” para atender solamente los asuntos indígenas. Además, como se ha repetido en estos días, existe el necesario control a los dineros que manejan estas organizaciones que por ley están fuera de los instrumentos de control público. Son gruesas sumas que se gastan no en proyectos productivos o culturales sino en bloqueos que afectan a la ciudadanía. ANDE YO CALIENTE RÍASE LA GENTE. La manida frase debe aplicarse a los organizadores de la minga.