Columna de Opinión
Por: Lucy Amparo Bastidas Passos –
[email protected] julio de 2022
Quienes vivimos la década de los 60s revolviendo hipismo, amor libre, pacifismo, e ilusión de cambio en la política, esperamos pacientemente 50 años de soledad, para que la mayoría colombiana eligiera un gobierno de cambio real. El 19 de junio de 2022 ocurrió el milagro.
Y claro, nos hemos transformado. Ya no somos hippys; su filosofía queda en el corazón. No fumamos yerba, nos la untamos en las manos artríticas. De amor libre, ¡nada! pero somos librepensadores. En lo político evolucionamos. La historia mundial lo muestra. Debemos progresar sí, pero sin olvidar la esencia de buscar una sociedad más culta, pacifista y equitativa, en un entorno respetuoso.
Otros milagros llegaron en el siglo XXI. La firma de la Paz fue uno. Pensé que moriría sin dejar de oír en las madrugadas los helicópteros transportando heridos. Pero la vimos. De esta firma de paz, se desprende el reciente Informe de la Comisión de la Verdad. Es cierto que muchos no queríamos ni oír de tanta atrocidad, porque la hemos presenciado y padecido durante 50 años de soledad. Hemos sido víctimas en menor escala, pero al fin víctimas. No obstante, es necesario que se conozca la verdad del conflicto, quiénes son sus actores, y quiénes las víctimas directas, para que al fin se haga un poco de justicia. Digo un poco, con vergüenza, porque a los 450.000 muertos nadie los repone.
El Informe de la Comisión de la Verdad y sus Hallazgos y Recomendaciones, son otro milagro ocurrido el 28 de junio de 2022. Veamos los Hallazgos: casi todos lo sabíamos, pero los gobiernos de turno se empeñaron en negar que los causantes del conflicto eran todos los actores armados: Guerrillas, paramilitares, narcotraficantes, la Fuerza Pública. También políticos, empresarios, terratenientes y casi todos los dueños del poder económico y político. La venia de Estados Unidos, no faltó. Ahora con documentos en mano, ya no lo pueden negar, ni unos ni otros.
Veamos las recomendaciones: 1. Implementar el Acuerdo con las Farc y abrir otros procesos de negociación. 2. Reconocer a las víctimas y repararlas. 3. Ampliar la democracia y proteger la protesta social. 4. Regular las drogas y desmontar la guerra contra el narcotráfico. 5. Cambiar la elección del Fiscal y limitar la extradición para frenar la impunidad. 6. Cambiar la política de seguridad y reformar la Fuerza Pública. 7. Acelerar la reforma rural y desarrollar el campo. 8. Educar para la paz y desmontar la identidad del enemigo.
¡Cómo no estar de acuerdo con estas ocho recomendaciones! Así el Presidente saliente diga que “no son vinculantes”, la mayoría de las y los colombianos las acogemos como también lo hará el Presidente electo, según sus afirmaciones. Es cierto que no podrá hacer milagros, no es mago. Atravesar el desierto tupido de telarañas corruptas y mafiosas, no será fácil ni rápido. En este escenario confiamos en que Presidente y Vicepresidenta dejarán iniciada la ruta. Mi alma hippy se sentirá dichosa.