¿El fracaso de las Políticas Públicas Animalistas en Popayán?

Columna de opinión

 

Por: Nicolas Escobar Bejarano

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El video que circuló libremente por las redes sociales el pasado viernes es simplemente aterrador, en él se puede apreciar un accidente de tránsito ocurrido en el barrio Modelo de la ciudad de Popayán (Departamento del Cauca); más allá del aparatoso choque, lo realmente condenable es la canallada de quien conducía el vehículo de tracción animal, pues por un momento llegó a pensar que las calles de la ciudad son un hipódromo de carreras.

El suceso antes mencionado produjo una división de opiniones, por su parte el gremio de Carretilleros de Popayán pronunció un teatral discurso en donde básicamente dijeron que lo ocurrido fue culpa de la actual administración local -en cabeza del alcalde Juan Carlos López Castrillón- por no facilitar el acercamiento y la comunicación con la citada agrupación, y que también la alcaldía debe solucionar la sustitución de los vehículos de tracción animal (VTA) por vehículos motorizados (VM) – argumento con el que concuerdo-, pero veamos qué tan ciertas son estas afirmaciones.

Es bien sabido por todos que la administración local ha trabajado arduamente en el fomento de las políticas públicas animalistas de la ciudad, lo anterior se evidencia en jornadas de adopción, de esterilización y demás que han adelantado, incluso estando dispuestos a gestionar la sustitución de los VTA. El panorama se complica cuando algunos propietarios de las carretillas – es claro precisar que no son todos-, lamentablemente presentan una renuencia al cambio y continúan con un oficio que ya no debe ser, en vista del maltrato animal que acarrea.

Y es que acaso ¿a cuántos de nosotros no se nos hace migajas el corazón cuando vemos por las calles de la ciudad a los propietarios de las carretillas exigiéndole velocidad y aguante a los inocentes caballos que llevan sobre su lomo cargas exageradas? Sin duda alguna, basta con tener sentido común para entender que este es un problema de todos y no solo de la administración.

Al finalizar el discurso me llamó la atención que el gremio nunca reconoció la culpa y responsabilidad del conductor del VTA, es decir, señalaron y acusaron a la administración local pero no al asociado que conducía a velocidad sobre un semáforo en amarillo; ese es uno de los principales problemas de este país, que culpamos a los otros y les pedimos un cambio cuando la verdadera solución es un correcto actuar individual.

Adenda: Hay mucho silencio sobre este tema en el concejo municipal de Popayán, ¿hacemos el ejercicio de memoria que consiste en recordar que algunos concejales se hicieron elegir bajo el título de animalistas?

 

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