Gasolina Paranormal

franciscopantojaFRANCISCO JAVIER PANTOJA PANTOJA

Magister en Economía Aplicada

@fjpantoja

“Una cosa piensa el burro y otra el que lo está enjalmando” solían decir los abuelos y quien no entienda por enjalma ponga una silla de montar que da igual. La corte se acaba de pronunciar con respecto al tema de la gasolina y le ha dado la razón al senador Velasco en cuanto a que el precio del combustible no puede andar en las nubes.

Y hasta aquí la lanza del legislador no se ha quebrado, no obstante el molino de viento sigue su curso a tal punto que es la segunda vez que al Ministerio de Hacienda se le cae el impuesto parafiscal que ya ha empezado a ser “paranormal” por aquello de que es inexplicable e injustificable el alto precio del combustible.

De otro lado, el problema radica en que los precios internacionales del petróleo son tan variables como un neurótico, arriba abajo, abajo arriba ni tan siquiera comparable a una montaña rusa, porque por largo tiempo ha estado en el techo, caro y escaso y hace rato que está en picada, bajo y abundante.

Y ante estos ventarrones de precios, los organismos internacionales son dados a recomendar la creación de los llamados fondos de compensación o de ahorro y desahorro, que no es otra cosa que un colchón, se guarda plata cuando abunda y se saca en escasez para proteger presuntamente al ciudadano de a pie de la tormenta y compensarlo en la tranquilidad de las aguas.

Lo cierto fue que cuando vender barriles era un negocio redondo, Los países productores hacían fiestas e invitaban a todos los vecinos; la Venezuela de Chávez hablaba duro y se paseaba por Latinoamérica como cual señora generosa. Ecopetrol sonreía y gastaba y se había convertido en la joya de la corona presupuestal.

Y como todo lo que sube, cae. Esta caída como de coco, ha metido en apuros presupuestales al Ecuador y ni hablar de la patria de Maduro, Colombia contagiado de lo mismo con los mismos síntomas, apretado, tapando huecos y refinanciando y fue allí cuando en una ley querían meter lo que la corte declaró inexequible, en otras palabras, contario a la constitución.

Con lo anterior, los ingresos petroleros no volverán a ser los mismos, la época de las vacas gordas paso y no se puede esperar a quien no va llegar, porque, a menos que los jugadores hagan trampa, las cosas seguirán el rumbo de la bajada.

Porque de la noche a la mañana surgieron nuevos vendedores, en la esquina, en la acera de enfrente, al otro lado de la calle, todos con los barriles amontonados, y más arriba otro vendedor y otro y otro. No crea que es una cosecha pero se asemeja.

De este modo el petróleo barato inundó el mercado mundial, al tiempo que los americanos pasaron de compradores a vendedores; lo encontraron debajo de las piedras y compiten de tú a tú con los árabes ayudados por Irán, su nuevo mejor amigo en esa región de la tierra.  Ya sabe el mundo el secreto, los gringos se quitaron la presión política ante la dependencia energética y ahora son la voz cantante.

Surge entonces la pregunta ¿Por qué en Colombia la gasolina no baja? Ante tan barato escenario, porque la gente no ve reflejado este efecto maravilloso de la abundancia, aquí todo sigue igual, nada pasa. Aun la ciudadanía no ha recibido los beneficios del efecto gringo y de la descolgada árabe.

Por lo pronto, el camino a seguir y en sana lógica es acatar, por parte del gobierno, el fallo de la corte. De esta manera favorecer al usuario final que es el fin último del estado, tal como lo ha exigido la persistencia del senador en mención.

El tal fondo deberá tener un método distinto al punto que los colombianos puedan recibir los beneficios de ser un productor petrolero, no obstante, evitar el pantano del derroche, pero si tener “precios justos”.