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HORACIO DORADO GÓMEZ
Leí el libro ‘Historia de un pueblo’, escrito por otro cerebro fugado, uno de tantos que trotan por el mundo. De su lectura me abrigan dos sentimientos encontrados. Uno, el orgullo de caucano, al saber que la salida de talentos de profesionales formados universitariamente, se hallan ubicados en posiciones destacadas. Y dos, que la falta de oportunidades en el Cauca, es alta. El retrato esta realidad lo confirma, Queipo Timaná Velásquez, doctor en Educación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (México); miembro de la Comisión Redactora del Documento Base para la redacción del estatuto docente Decreto 2277 de 1979; representante de las universidades del país para la redacción del Plan Decenal de Educación 1996-2005; director del Departamento de Educación avanzada (posgrados) de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, que le otorgó el título de Profesor Emérito. Premiado con el Escudo de Oro como Ex alumno sobresaliente de la Asociación de Egresados de la Universidad Pedagógica y Tecnológica. Tunja, 1980, nombrado “Egresado Emérito” de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Para mí y seguramente para muchos, desconocido, porque por lo general, siempre ponemos la mirada en personajes que han sido catalogados por la historia como célebres por tal o cual acción; pero de verdad, desconocemos las personas que hacen muchas cosas, que por azares de la vida están en el anonimato. De verdad, desperdiciamos talentos y conocimientos de buenos profesionales, incluso obligándolos a olvidar su anhelo de servir al Cauca.
El perfil de Queipo, es el conjunto de capacidades y competencias que identifican su formación para encarar las funciones y tareas de su profesión y trabajo. Nació en las estribaciones de la cordillera central, Macizo colombiano. Por eso, el libro que es la historia de su pueblo natal, contribuye a ubicarnos en el momento de los sucesos, no sólo a partir de datos, sino de la interpretación de los posibles sentimientos de quienes padecieron en carne propia los acontecimientos de la fundación de San Juan del Cauca. Una de las formas de comprender la construcción de la memoria de un pueblo es conociendo el esfuerzo de su escritor. Esta iniciativa del profesor Queipo Timaná, surgida de la promesa a su padre, es un valioso aporte investigativo que debería reposar en bibliotecas y en los hogares de los lugareños de San Juan como un ejercicio pedagógico fascinante.
El “Profe” Queipo Timaná, nos transporta en el tiempo y nos lleva a comprender el esfuerzo literario al encuentro con el otro, el que estuvo en otra situación y en otro tiempo, y el porqué de la fuerza del pueblo sanjuanero. Aproxima a los lectores a lo que quiere mostrar, mediante la evocación de personajes con los que se identifique el lector, para vivir a través de ellos situaciones ubicándolo en espacios desconocidos.
Recapitulando, si el escritor se encuentra condicionado por su momento histórico, como consecuencia, también su obra lo está. Por ello, ésta puede ser considerada como una huella o testimonio de la época; en otras palabras, la memoria de San Juan sobre creencias, recuerdos históricos, mitos que se comparten. En síntesis, la herencia cultural de su pueblo se mantiene gracias a esos testimonios, que transmiten los rasgos de identidad.
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