Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
Estas flores son tan comunes en la ciudad que pasan desapercibidas por la mayoría de la gente, pero, aunque comunes y todo son llamativas por su color amarillo, en otras especies las hay en otros colores.
El lirio que vemos en la ciudad es del género Hemerocallis, es originario de regiones templadas de Asia, particularmente de Japón, Siberia, Corea y China. Se adaptan con gran facilidad a los terrenos donde se siembran, de allí que sea utilizada en tierras erosionadas, por esas cualidades que las hacen resistentes son muy utilizadas en los parques y separadores de la ciudad.
Como ‘lirio de día’ es el nombre que se le conoce comúnmente, su especie es Hemerocallis lilioasphodelus, es de aclarar que se clasifica en esta especie por su parecido idéntico, sin embargo, pueda que sea una variación de ésta con alguna modificación dada en los cultivos, pues desde mediados del siglo XIX George Yeld y Amos Perry en Inglaterra empezaron a hacer mejoras en las Hemerocallis; pero las modificaciones más significativas fueron dadas hace 100 años por Ardow Burdette Stout mientras se desempeñaba como director del Jardín Botánico de Nueva York, cuando hizo hibridaciones de Hemerocallis para cultivos, hasta el punto de registrar una variedad de ellas.
Las Hemerocallis tienen inflorescencias, es decir, varias flores en un mismo tallo, que en el caso de esta planta van floreciendo de una en una y cada que se marchita una, florece la otra, no son utilizadas en adornos florales precisamente porque no duran más de un día florecidas, se utilizan en lo comestible, principalmente en china que es apetecida en sopas y en cuanto a términos medicinales sus tallos y las raíces son usados como analgésicos.