Justiniano Hoyos no superó las lesiones padecidas cuando fue golpeado por dicho vehículo, el cual era conducido por una niña.
Como Justiniano Hoyos Galíndez fue identificado el campesino que falleció luego de ser embestido por una motocicleta que, según testigos del hecho, era conducida por una niña.
Según lo manifestado por Rosalbina Quiñónez, allegada de la víctima, el fatal hecho se registró en la noche del pasado 21 de octubre cuando Justiniano regresaba a su casa, ubicada en la vereda Casablanca, luego de participar en un evento cultural en el casco urbano del corregimiento de La Herradura. Ambas localidades ubicadas en la zona rural de Almaguer.
“Quince personas ya íbamos para la casa entre ellas mi yerno, quien caminaba por la cuneta de la carretera cuando apareció esa niña, conducía una moto y lo golpeó de frente. Perdió el conocimiento tras golpearse la cabeza con el suelo. Eso fue en cuestión de segundos porque como era de noche nadie vio esa moto, además no tenía las luces prendidas”, indicó Rosalbina, quien agregó que entre las personas que acompañaban a Justiniano brindaron los primeros auxilios a este agricultor, el cual quedó inconsciente.
En medio del desespero, la esposa brindó respiración boca a boca a la víctima ya que comprobaron que aún registraba leves signos vitales. Todos tenían la esperanza que regresara del estado de inconciencia en que se encontraba Justiniano tras la violenta embestida. Pero no fue así. Realizados estos procedimientos, solo recuperó la respiración, situación que fue aprovechada por los amigos y familiares para trasladarlo por sus propios medios al puesto de Salud del corregimiento de La Herradura.
“A Justiniano lo condujeron después al centro asistencial de Almaguer pero a las horas de la madrugada ya ordenaron remitirlo al Hospital Universitario San José por la gravedad de la lesión que tenía en la cabeza.
Acá ya fue sometido a una intervención quirúrgica y luego fue recluido en la sala de cuidados intensivos. Estuvo inconsciente alrededor de ocho días pero lamentablemente a las 6:00 a.m. del pasado miércoles falleció”, agregó Rosalbina Quiñónez.
Registrado el deceso, a la sala patológica del Hospital San José arribaron funcionarios de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía, quienes adelantaron la inspección técnica al cadáver.
Frente a la vida de Justiniano, El Nuevo Liberal constató que era un agricultor que se ganaba la vida laborando en fincas de la zona, oficio que le permitía obtener los recursos económicos para el sustento familiar.
“Era padre de dos niñas. Mi muchacho velaba por ellas, cada día se ganaba un jornal para comprar el mercadito. Laboraba en lo que le salía en las fincas.
Ahora mi hija y las pequeñas quedaron desamparadas porque la familia de Justiniano es muy humilde. Por eso estamos buscando que alguien responda por esta situación”, explicó la allegada, quien ayer realizaba las diligencias ante Medicina Legal para reclamar el cadáver y así trasladarlo al casco urbano de Almaguer, donde le brindarán cristiana sepultura.
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