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JORGE ELIECER ORTIZ FERNÁNDEZ
Posiblemente el tema que hoy les propongo en este artículo se viene trajinando de tiempo atrás, en virtud a la importancia que reviste la profesión de los periodistas, en toda la extensión y significado que tiene el pertenecer a un gremio que por antonomasia debe dedicarse a informar y en veces a formar ciudadanía.
De un tiempo para acá, escuchamos de ciudadanos dedicados al matoneo, al manoseo y hasta a amenazar, en razón a los artículos que son trabajados por profesionales que han venido creciendo en esta difícil profesión de informar, motivados talvez porque a sus conocidos o amigos de los ofendidos consideran injusta la crítica o los señalamientos, por lo tanto concluyen que se les está yendo la mano con su pluma y hasta con las cuerdas vocales, diría yo por que no coinciden con la gestión de algún personaje público o privado, dando pie a la victimización argumentando que con las aseveraciones de los periodistas ponen en peligro su honorabilidad y hasta ponen en riesgo la vida, no solo del sujeto involucrado en la jerga periodística, sino hasta de sus familiares más cercanos, lo cual desde luego genera la mal llamada “solidaridad” evidenciada de manera especial en redes sociales.
¿Qué está sucediendo? nos preguntamos, por una parte quienes nos tomamos unos minutos para expresar en líneas lo que estamos pensando del diario transcurrir del país; también es sujeto de inquietud la ciudadanía en general, que presa de tanto improperio y digámoslo también de defensores de causas perdidas, que se expresan en los medios de comunicación hablados, escritos y televisados, pues toman la decisión de anular todo contacto con espacios informativos, que evidentemente no informan, sino que atizan fuegos encendidos por la maleficencia de personajes que no han hecho bien la tarea encomendada; insistimos tanto para el sector público como privado.
Diríamos entonces que para mitigar toda esta locura que se movió en la semana que acaba de terminar por medios de comunicación frente a la posición que toman algunos directores o periodistas que hacen parte del panel informativo frente al acontecer político, económico o inclusive deportivo del país, me atrevería a sugerirles revisar el trabajo de los miembros de la Red de Periodismo Ético (EJN, por su sigla en inglés) Ethical Journalism Network, que digamos, construye los principios básicos del periodismo dentro de los cuales debe regirse quien asume el rol en esta profesión a saber: 1. Verdad y Precisión: Los periodistas no siempre pueden garantizar la “verdad” , pero obtener los hechos con exactitud es un principio cardinal del periodismo; 2. Independencia: Los periodistas deben ser las voces independientes, no debemos actuar, formal o informalmente, en nombre de intereses específicos, ya sean políticos, empresariales o culturales; 3. La Equidad e Imparcialidad: La mayoría de las historias tienen al menos dos lados; 4. Humanidad: Los periodistas no deben dañar a nadie y 5. Responsabilidad: Una señal segura de profesionalismo y periodismo responsable es la capacidad de asumir nuestra responsabilidad. Estoy plenamente convencido que siguiendo este compendio o catálogo de buenas formas en el periodismo, seguramente que los matoneo y demás improperios contra los periodistas cesaran en nuestro país.
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