Por: Olga Portilla Dorado
@olguitapd
Un nutrido grupo de estudiantes y académicos recibió en el paraninfo Francisco José de Caldas de la Universidad del Cauca, al político, escritor y abogado Humberto de La Calle Lombana.
Aunque su paso por la Alma Mater se llevó a cabo en el marco de un conversatorio denominado ‘Desarrollos y obstáculos del proceso de paz’, en su visita no podía dejarse de un lado el tema político y el panorama para las elecciones del próximo año. El Nuevo Liberal habló con De La Calle sobre su posible candidatura a la presidencia y sobre las oportunidades que llegarán al país con el fin del conflicto.
OLGA PORTILLA DORADO: En el conversatorio usted mencionaba que destruir o modificar el acuerdo de paz es el “camino equivocado” y significaría “retroceder”. ¿Esa postura es del precandidato presidencial, del exjefe negociador de paz o simplemente de un colombiano?
HUMBERTO DE LA CALLE: He hecho un llamado a la no violencia, me parecen que esas invitaciones que nos hacen algunos dirigentes políticos de destruir los acuerdos de dar marcha atrás, es un camino equivocado.
Lo que necesitamos en Colombia es no violencia y recordar que sin balas es más fácil la transformación y el cambio social, para que no estemos hablando siempre de guerra y podamos hablar de los temas que realmente a la gente hoy le interesan más: empleo, seguridad, salud…pero eso se logra sin balas, es que ya no es tanto la discusión sobre los acuerdos sino sobre lo que sigue.
OPD: Usted fue negociador hasta el año pasado y actualmente aún no admite ser precandidato presidencial, ¿Cuál es su rol actual?
HDC: En este momento estoy trabajando en pro de consolidar y solidificar un camino para Colombia, lo que sigue en el inmediato futuro pues tendremos que mirar a ver qué circunstancias se presentan, pero estoy simplemente como una persona independiente.
Fui jefe de la delegación, no pertenezco al Gobierno, no hago parte de su gabinete ni tengo ningún cargo público, pero creo que estoy cumpliendo una tarea de pedagogía, de apoyo, de impulso y de reflexión ciudadana.
OPD: ¿Es decir que la propuesta de ser presidente no le es del todo esquiva? ¿Sí le agrada?
HDC: Lo he oído, no voy a contestar de manera hipócrita, es un tema que está en proceso, me parece que lo esencial es que haya una coalición que no se limite a los partidos, hay que incorporar independientes, los mismos estudiantes que se tomaron la calle el 2 de octubre, los movimientos sociales; aquí en el Cauca en particular hay una sociedad muy vibrante y muy participativa.
Voy a estar donde me toque, defendiendo esto, defendiendo la tolerancia, la sociedad incluyente, la libertad; no queremos fanatismos religiosos, no queremos una guerra religiosa, eso ya es una cosa superada y totalmente anacrónica. Esperaremos un poco los desarrollos de los acontecimientos para tomar algún tipo de decisión.
OPD: ¿Esa coalición se podría pensar por esa gran acogida que usted tiene en los sectores sociales?
HDC: Miremos qué va pasando…lo que quiero reiterar es que yo sí creo que esto exige una cosa muy grande, me parece que es muy limitada la visión exclusiva desde los partidos, yo creo que hay que trascender, además me parece que esto debería consolidarse antes de la primera vuelta, justamente porque el riesgo es para quienes pensamos de esta manera, si no nos agrupamos pues nos podemos diluir en la primera vuelta.
Hay que dar un impulso, aunar voluntades con generosidad y que a quien le toque llevar la bandera, los demás lo apoyemos, eso es obvio en la democracia.
OPD: ¿Usted cree que la paz siga siendo esa ‘bandera’ para las elecciones de 2018?
HDC: Es claro que las elecciones se resuelven en pocos temas, aun cuando la realidad de Colombia es múltiple, hay distintas preocupaciones y problemas. Me parece que la paz jugará en el sentido del deseo de los colombianos de mantener y consolidar los acuerdos.
No es la discusión sobre los parágrafos y los literales, yo quiero insistir en que es la conciencia de la oportunidad que se presenta para Colombia el vivir sin balas, solucionado el conflicto con las Farc se pueden abrir posibilidades de transformación de cambio, sobre todo con una mayor presencia del Estado, este Estado nuestro es muy ineficiente y tienen enormes responsabilidades en materia social.
La discusión debe ser proyectada hacia el futuro, las oportunidades que brindan, y saber qué camino queremos: el del autoritarismo, la irreflexión, la discriminación, el centralismo o la sociedad pluralista incluyente que busca integrar el territorio y no desintegrarlo, que tiene fe en la no centralización, en la capacidad de la provincia de tomar sus decisiones, eso es lo que yo creo que realmente va a estar en juego.
OPD: ¿Qué tan bueno o qué tan malo es que la implementación de los acuerdos se cruce con la jornada electoral?
HDC: Es muy malo, muy nocivo, estoy totalmente de acuerdo con esa preocupación porque de alguna manera la paz y la implementación que es un bien tan grande y un valor supremo, pues termina un poco al garete de las discusiones partidistas.
Claro que la paz es un tema de carácter político, pero al mezclarlo, al bajarlo de nivel termina funcionando de manera subalterna como en un plano inferior al que debería estar, y luego esto genera todas estas pasiones políticas, las mentiras en las redes; es una muy mala situación en ese sentido, pero lo que toca es mucha movilización, mucha conciencia ciudadana, mucha opinión pública para evitar que la llamada posverdad, que no es sino la mentira potencializada por las redes, termine infectando el panorama nacional y agudizando la violencia verbal en Colombia.
OPD: ¿Cómo ve al Cauca después de la firma de los Acuerdos, ha cambiado el panorama?
HDC: He recibido infinidad de testimonios que muestran -sin desconocer que hay tensiones sociales, que hay zonas donde la violencia todavía hace presencia- que sí hay un mejoramiento sustancial del orden público, de la tranquilidad; había sitios inaccesibles porque el conflicto impedía tener una vida normal, yo sí creo que hay un cambio sustancial, pero no basta con eso, la paz no es solo el silencio de los fúsiles, es ir más allá, por eso quiero insistir en que lo que necesitamos para poder seguir un camino de transformación no es volver a los fúsiles.
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