Una inquietud surgió entre padres de familia y la junta de acción comunal del barrio Modelo, luego que conocieran que en las instalaciones de la escuela Laura Valencia cerrada por riesgo estructural ahora se adecua para construir un Centro de protección a personas.
El Nuevo Liberal habló con un representante de la asociación de padres de familia de la escuela y la presidenta de la junta de acción comunal del barrio, quienes expresaron su preocupación y críticas a la decisión tomada desde la alcaldía de Popayán.
John Jairo Muñoz, de la Asociación de padres de familia, indicó que la escuela fue constituida como tal en 1983 y tomó el nombre Laura Valencia porque esta familia donó el terreno con el propósito de que fuera usado como centro educativo. El año pasado por decisión de secretaría de Educación a raíz de unos daños en la estructura salieron los estudiantes para salvaguardar sus vidas y fueron trasladados a la sede del Instituto Técnico Industrial.
“Los niños están en pésimas condiciones por espacio. Además al lado está la cocina con una pipa de gas de 80 libras que genera riesgo y los niños estudian con los olores que salen de lo que se prepara y se interrumpen las clases”, comentó Muñoz. Asimismo, criticó que niños entre 5 y 11 años tengan que compartir baños con estudiantes de bachillerato.
En reciente reunión con el alcalde encargado Ricardo Montilla, se enteraron que en la clausurada escuela se va a adecuar un hogar de paso donde llevarán a diferentes personas entre ellas a presuntos delincuentes o personas que perturben la tranquilidad ciudadana. “Esto no es justo con un barrio como El Modelo porque se van a generar problemas sociales. Además, si hay un decreto donde prima la vida de los niños, será que a quienes vayan a meter allí no son seres humanos”.
Cuestionó Muñoz que ahora se hacen adecuaciones en la infraestructura de la escuela para adaptarla como hogar de paso pero antes “todo le negaban a la institución educativa porque la secretaría de Educación no podía invertir en ese terreno, entonces la pregunta es por qué sí lo hacen ahora”.
Esperan que la próxima semana cuando regrese de sus vacaciones el alcalde titular César Cristian Gómez, puedan hablar de esta problemática para encontrar una salida que se ajuste a los intereses de comunidad porque no están de acuerdo con la decisión de la administración municipal. “Le propuse al secretario de Gobierno que el sitio lo tomen para una biblioteca o gimnasio público para beneficio del barrio y la ciudad pero no queremos medidas impuestas”, concluye el padre de familia.
Por su parte, Aida Ramírez, presidenta de la junta de acción comunal, manifestó en concordancia con John Jairo Muñoz, su preocupación por que en la reunión del miércoles 26 de enero realizada en la alcaldía, se les informó sobre la decisión de instalar el centro de protección en la escuela Laura Valencia. Reiteró que ese lugar cuando se donó era únicamente con fines educativos. “Nuestro temor es que van a dañar el barrio porque se va a generar inseguridad”, afirmó la presidenta.
Es un centro de protección a personas
Esta redacción consultó a la administración municipal y hablamos con Andrés Ríos, coordinador de Seguridad en la secretaría de Gobierno, quien aclaró que en la escuela se adecúa un Centro transitorio de protección a personas (habitantes de calle, entre otros) más no se recluirán a trasgresores de la ley penal. El sitio se prevé funcione por un año en la escuela y luego se le dará otro uso.
“La infraestructura es del municipio de Popayán y en su momento se utilizó como establecimiento educativo, pero en razón que no puede seguir con esa vocación la administración le va a dar otro uso. Se cree que para darle esa utilidad se trasladó a los estudiantes pero no es así porque prevalecen los derechos de los niños. Incluso existe la posibilidad que la comunidad luego proponga qué uso se le puede a esa edificación”, puntualizó Ríos.
En segundo lugar, el funcionario explicó que por motivo de la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía nace la necesidad del Centro de protección a personas y darle un uso a la infraestructura cerrada actualmente, que por decisiones administrativas no podrá ser nuevamente escuela. “La solución de fondo para los niños de Laura Valencia es la construcción de una nueva sede o ampliar otro colegio para mejorar las condiciones de los estudiantes”.
Aclaró Ríos que el Centro de protección a personas se construirá definitivamente en el barrio Alfonso López porque la junta de acción comunal donará el lote al municipio, proyecto que tendrá un valor de 300 millones de pesos aproximadamente.
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