Por Cynthia Vanessa Lewis Torres
@cvlewis
Una patente es un privilegio, pero también es un buen indicador para medir las brechas regionales de la inversión en investigación e innovación. Mientras que el departamento del Valle, entre 2000 y 2015, presentó 203 solicitudes de patentes; el Cauca, apenas 21.
Según los datos de la Superintendencia de Industria y Comercio, en Colombia, por cada 10 solicitudes de patentes por invención que presentaron sus residentes en 2013, se aprobaron 3. En el Valle, la tasa de aprobación en ese año fue del 20% aproximadamente; y del Cauca ni siquiera hubo solicitudes.
Solo en la región Pacífico se evidencia desigualdad en los productos de una investigación. Si bien las Universidades están obligadas a investigar no lo están a patentar, y tampoco parece haber interés por hacerlo.
Entre 2000 y 2015, el departamento que más solicitudes presentó, en promedio por año, fue el Valle del Cauca, con alrededor de 13 intenciones de patentes por invención; seguido estuvo el Cauca, pero con una diferencia sustancial, pues solo envió 1 solicitud; mientras que Nariño y Chocó no alcanzaron a presentar una sola (0,8 y 0,1 respectivamente).
En 2013 y 2014, la Universidad del Cauca no tramitó ninguna solicitud de patente por lo que no se esperaría que obtenga alguna en este año, pues el promedio de respuesta de la Superindustria es aproximadamente de 22 meses.
Por su parte, a la Universidad el Valle hace dos semanas le concedieron una patente de invención titulada “Procesos para la obtención de Gres Porcelánico empleando como materia
prima ceniza de tamo de arroz y producto obtenido”. Solicitud que habría presentado en 2014.
Hoy esta última tiene 28 patentes otorgadas por invención y 75 por modelo de utilidad; mientras que el Alma Máter del Cauca tiene 5 por invención y 3 por modelo de utilidad.
Por la cantidad de la primera, hay más variedad es sus aportes para diferentes sectores, que en su mayoría están dirigidas a la Agroindustria y la Ciencia. En el caso de la segunda, todas están enfocadas al tema de polímeros.
Héctor Sánchez coordinador de la Oficina de Patentes de la Universidad del Cauca, consideró que esto se debe principalmente al apoyo y disponibilidad de recursos que tienen las universidades para investigar.
“No nos podemos comparar en todos los sentidos con las otras universidades porque ellas reciben recursos adicionales a los del Gobierno, por ejemplo, como la Universidad del Valle o la de Antioquia, que tienen inversión privada para algunos proyectos de investigación… En el caso de la Universidad del Cauca, los resultados que tenemos son producto de más de 20 años de trabajo y en lo que más se ha invertido”.
Así mismo, Sánchez se refirió a que no todos los productos se pueden patentar, por ejemplo, los productos de Ingeniería Electrónica. “El registro de patentes es un indicador para determinar si hay innovación, y lo utilizan para clasificaciones de universidades, pero no necesariamente todo es susceptible de protección a través de las patentes”.
Al respecto, el Superintendente Delegado para la Propiedad Industrial, José Luis Londoño Fernández, consideró que no es válido que se siga responsabilizando al Estado de los resultados de investigación, pues “hoy el Gobierno ha dinamizado el sistema para facilitarles el uso de propiedad industrial”.
“En Colombia no se debe poner siempre la carga en el Estado para un tema que es de absoluta iniciativa privada, la cantidad de investigación de un departamento no puede estar dada por la cantidad de actividad que para este propósito haga el gobernador”, insitió Londoño, al recordar que “más del 70% de los recursos que se invierten en ciencia, tecnología e innovación en Suiza, que es uno de los países más innovadores del mundo, provienen del sector privado y no del público”.
De acuerdo con el más reciente estudio presentado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), En Colombia, 77 de cada 100 empresas no tiene inversiones en innovación y las 23 restantes apenas si esbozan intenciones de mejorar su productividad.
En los últimos 15 años, la inversión del sector público en ciencia y tecnología se multiplicó por tres veces, mientras que la del sector privado sólo subió 41% en ese mismo lapso.
“La eficiencia es baja frente a los recursos destinados a innovación y los resultados en términos de patentes son precarios”, aseguró Luis Fernando Mejía, subdirector sectorial del Departamento Nacional de Planeación (DNP), al intervenir en el foro ‘Colombia hacia un país de altos ingresos con movilidad social’, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sánchez agregó que también influye el interés que tenga cada Universidad para explotar comercialmente sus productos investigativos, “el carácter misional es diferente en cada institución”.
Por su parte, Londoño consideró que son las universidades propiamente encargadas de generar recursos adicionales a partir de la investigación y éstos a su vez servirían para reinvertirse en la labor.
“Las universidades dicen que no se interesan en patentar porque no van a obtener rentabilidad del product, y ¿por qué no va a obtener rentabilidad? Uno, porque las universidades entran a hacer investigación en proyectos que no van ser llevados a la industria, sino porque se hace la investigación por la investigación. Entonces, posiblemente no tengan un producto que pueda ser utilizado en el mercado. O dos, aun cuando pueda ser utilizado por la industria las universidades no saben comercializar la tecnología ni las patentes, no tienen una política de comercialización, de generación de ingresos a partir de la protección por vía de patentes del conocimiento y pues, claramente no están incentivados pero es un incentivo que ellos mismo se están negándose a tener”, explicó el Superintendente Delegado para la Propiedad Industrial.
Un reporte de los investigadores de la SIC, Jacobo Campo Robledo y Juan Pablo Herrera, hace dos años comprobó que un incremento del 10 % en las patentes de invención registradas por residentes nacionales de un país provoca un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,25 por ciento, mientras que cuando esa misma variación se da entre residentes extranjeros, el PIB crece en un 0,44 por ciento.
Hace dos años, los mismos investigadores, según el periódico El Tiempo, resaltaron propuestas de expertos internacionales enfocadas a la estrategia de regionalizar y hacer más accesible el sistema de propiedad industrial en Colombia puede incrementar su uso y el número de patentes registradas, y con ello, en el crecimiento de la economía.
Sin embargo, a pesar del “esfuerzo” que ha hecho la Superintendencia de Industria y Comercio para que la gente haga uso del sistema de Propiedad Industrial, aún existe desconocimiento en el tema, pues algunos docentes creen que “además de los recursos que se dedican a la investigación, también se debe tener un rubro para solicitar la patente”.
“Ahora, la Superintendencia ofrece incentivos, pues digamos que sí es por dinero, hoy les cuesta radicar una solicitud de patente $64.000 y lo hacen en línea, entonces no es un tema de costo”, precisó Lodoño, al explicar que si bien el proceso tiene un costo de $1.200.000, el restante debe ser cancelado al término de los 22 meses aproximadamente que dura el studio por parte de la SIC.
Para el Superintendente Delegado para la Propiedad Industrial, el país hoy está mejor que hace 10 años en lo que se refiere al uso de la propiedad industrial. Antes, por cada millón de habitantes se recibían tres solicitudes de patentes; hoy, se reciben siete.
“Cuando estábamos hablando de 3 solicitudes por millón de habitantes estábamos hablando de niveles muy bajos que nos ponían atrás con Paraguay, Perú y Bolivia en Suramérica. Al estar en 7, nos ganan solo Argentina, Chile y Brasil, es decir, adelantamos 4 posiciones. En virtud del cumplimento de la meta que propuso Colciencias para estos cuatro años, cuando lleguemos a 600 solicitudes de patentes estaremos hablando de casi 14 solicitudes de patente por millón de habitantes y posiblemente, eso ya nos ubiquemos en el segundo lugar después de Chile”, explicó Londoño.
En 2015, en Colombia se presentaron 321 solicitudes de patente por residentes, un 15% por encima de las tramitadas en 2014; de las cuales 3 son del Cauca y 28 del Valle, este último aumentó el número en un poco más del 30%. Lo que deja en entrever el rezago que tiene la Universidad del Cauca con el uso del Sistema de Propiedad Industrial; mientras que en su departamento vecino tienen la ‘camiseta puesta’ para dinamizarlo y proteger sus resultados e innovaciones.
“Yo siento que el balón está en la cancha de las universidades y de los empresarios y no del Estado, el Estado está dando bastantes oportunidades abriendo la puerta institucional para que puedan saber el sistema de patentes y, a salvo de que yo esté equivocado, hay muy pocas excusas para no usarlo”, puntualizó José Luis Londoño, Superintendente Delegado para la Propiedad Industrial.
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