En esta navidad, el Niño Dios se puso el verde oliva y alegró a los pequeños y adultos de Popayán. En medio de los planes de recorte económico de las instituciones, donde solo hicieron un pequeño alumbrado para la ciudad, la Policía Nacional se dio a la tarea de cultivar sonrisas entre los niños, niñas y adultos de las comunas de la capital del Cauca.
Fue una tarea de mucha paciencia, porque desde meses atrás los integrantes de esta institución empezaron la recolección de los más de 2.500 regalos para esta fecha especial, así como la adecuación de la logística para llegar a la mayor cantidad de barrios posibles, o en el mejor de los casos, visitar localidades rurales.
“Un plato navideño, un café con pan o una ‘aguapanela’, la meta era no dejar pasar por alto este momento y brindarle al ciudadano un apretón manos y desearle muchas bendiciones este 24 de diciembre, un acto de mucha carga religiosa y de entrega por su bienestar, que es nuestra razón de ser como Policía, además, los niños debían contar con una celebración, son ellos los que mantienen viva la tradición. Y todo esto se cumplió: nuestros uniformados llegaron a más de 45 barrios y veredas, a hospitales para alegrar a los más pequeños”, dice el comandante de esta institución, coronel Pompy Arúbal Pinzón Barón.
Por eso, los integrantes de los grupos especiales de esta entidad recorrieron la ciudad en medio de los planes para combatir la inseguridad para cumplir esta meta, como en el caso del intendente jefe William Campiño, quien con su equipo de trabajo, visitó alrededor de diez barrios para compartir un regalo con los pequeños. Las escenas de alegría, en medio de las noches frías, se repitieron durante los días de la tradicional novena. Cánticos de villancicos, serenatas y chirimía acompañaron las jornadas.
Pero hay más. A raíz de la imposibilidad de desplazarse a la vereda Villanueva, los uniformados entregaron cien regalos para los pequeños de la comunidad Misak a dos líderes, quienes fueron los encargados de llevar tamaña sorpresa. También, las internas de la cárcel La Magdalena recibieron muchas sorpresas.
No todo paró ahí. Otro grupo de uniformados, liderados por el mayor Arguello, el teniente Agudelo y la intendente Gladis Hidalgo entregaron una silla de ruedas a un abuelo, quien debía cancelar una mensualidad para contar con este medio de transporte y asistir a las terapias de diálisis.
Los policías llegaron este 24 de diciembre hasta el centro asistencial donde permanece el adulto mayor para entregarle este presente y recordarle lo valioso que significa su existencia para el mundo. Un buena dosis de amor para que ayudará a superar su dolencia física.
Así, la escena de policías entregando regalos, raciones de comida y celebrando con la ciudadanía se repitió durante la celebración de esta navidad, dejando una huella en las personas que difícilmente se borrará, dejando claro que ellos son una Policía al servicio de los caucanos y payaneses. Como el caso del intendente Sarria, quien llevó comida a los habitantes de calle y niños en condición de vulnerabilidad.
También, como apóstoles, los representantes del orden recorren la capital del Cauca con el claro de mensaje de no permitir que los niños usen pólvora durante las celebraciones de fin de año.
“Gracias a las familias, a los comerciantes y a la empresas privada que atendieron nuestro llamado para adelantar esta actividad, muestra de que existen personas que están comprometidas con la ciudad, nosotros solo desempeñamos un papel de puente para canalizar todas esas ayudas”, agrega el coronel Pinzón.
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