NELSON EDUARDO PAZ ANAYA
El Cauca tiene futuro, porque las mismas dificultades de hoy, nutrirán la fuerza para salir del torbellino, se superarán los problemas porque su capacidad para resistir y su persistencia, son arrolladoras.
Los Pubenenses y el Cacique Payán, sufrieron todos los avatares en la conquista, los indios fueron arrasados a tal extremo que tuvieron que crear la esclavitud, para continuar la explotación de la riqueza.
Después los Virreyes de la monarquía, sanguinarios en sus actuaciones, crecieron los tributos y la insolencia, nacieron los criollos, los Memoriales de Agravios, la protesta, la revuelta, se publicaron las declaraciones de los Derechos del Hombre, se dio la Independencia, la Patria Boba, la reconquista, los héroes, los mártires, Bolívar.
Volvieron los ánimos, la Revolución Libertadora, el Cauca aportó sus hombres, sus riquezas, y murieron el Hombre de las Leyes, nuestro Sabio, el de los Derechos Humanos, y los guerreros y los campesinos anónimos que no nombro la historia.
Se inventó la Guerra de los Mil Días, porque había intereses, que como ahora, se gestionan con violencia, entonces se negoció la separación de Panamá, por estos mismos tiempos se redujo el territorio del Cauca a su mínima extensión, se impusieron otros intereses económicos.
Todo el acumulado histórico sumado a la presencia de quince presidentes, civilistas y guerreros, aportaron a la construccion de la República, en la Universidad centro del conocimiento está escrita su lista, como reconocimiento, pero se quedó el Cauca contradictoriamente retrasado respecto a otras regiones.
La agricultura con el café, el tabaco, el cacao, el plátano, dieron lugar a las exportaciones, al crecimiento económico que aceleraron el desarrollo de otras regiones como Cundinamarca, los Santanderes, Antioquia, la industria textil y otras manufacturas, crecieron el comercio y la banca, las vías y los aeropuertos, así se formaron los polos de desarrollo más grandes del país, la agroindustria del azúcar, tiene mayor influencia en el crecimiento económico del Valle.
Mientras tanto, aquí florecieron los artistas, los poetas, los Pombo y los Valencia, los pintores y los escultores, Martínez y Negret, y en esta constelación de figuras igual brillaron en la cosmovisión Juan de Tama y su luz trajo a Manuel Quintín Lame, a Gregorio Palechor, a Lorenzo Muelas, y cantaban Elcías Martán Góngora y Sofonías Yacup, en sus recónditos manglares.
En el Norte del Cauca, en el Patia, en la Costa del Pacifico, en el Salado de Tierradentro las comunidades afrocolombianas, los Ararat, Mina, Mezú, Casarán, Viveros, Balantas y Viáfaras, con su cultura hicieron de esta tierra lugar de trabajo y de vida.
Se está en el mejor lugar del trópico, con volcanes, el macizo de aguas, vertientes, el mar, la isla Gorgona, sus ballenas que no sentimos nuestras, los minerales, los suelos, los climas, los vientos, los cultivos, los animales y nos cruzan las cordilleras, las terrazas y los valles.
Se han soportado las peores catástrofes, se derrumbó Almaguer por la explotación del oro, el terremoto asoló a Popayán y sus municipios vecinos, el maremoto inundo a Guapi, las fallas geológicas derrumban la Sierra, la avalancha del Paez sacrificó a Tierradentro.
Todas las guerras y sus violencias nos han afectado, en la conquista, en la colonia, en la república, las de liberales y conservadores, las de las guerrillas y de los paramilitares, todas las de la marihuana, la amapola y la coca, las de la minería ilegal, las del desplazamiento por la tierra, y las de las rutas por las trochas y caminos.
Asesinan líderes, mientras algunos discuten por una estatua y ronda de pronto el silencio en lo esencial, aún así, nos levantamos soñando con el conocimiento universitario, con un sector público que genere calidad de vida, con el crecimiento del sector privado, con el discernimiento de las organizaciones sociales, aun con la renovación de los partidos políticos. Estamos aquí, esperando el dialogo, que tal vez, nunca se dé, pero el pasado y la expectativa alienta el sueño del futuro, aún en medio de la pandemia, entre el amor y el odio, la tragedia y la esperanza, es posible un mundo mejor, el Cauca hablado tiene futuro, si logramos la madurez emocional, si entendemos que solo es viable entre todos, lo contrario es la posición sectaria del absurdo.