Le doy y le doy vueltas en la cabeza y no logro entender a qué “genio” se le ocurrió la “brillante” idea de cercenar de un tajo tres de las principales arterias viales que irrigan el sistema circulatorio del corazón de nuestra ciudad, con el “bobo pretexto” de peatonizarla. Lea aquí: En la agenda… (I)
Y no entiendo, además, cómo tres administraciones hayan sostenido ese exabrupto.
Veamos cuáles fueron los resultados de tan absurda medida:
En primer lugar la bella y señorial “sala de la ciudad” quedó convertida en cocina y sitio de mercado público. Perdimos ese precioso espacio que constituía nuestro orgullo urbanístico.
Segundo, se infartó la circulación de manera funesta:
Veamos: un turista viene de visitar el Santuario de Belén y pretende llegar al Hotel Monasterio donde se alojó. Pues bien, al llegar a la esquina de la Alcaldía lo desvían hacia el Banco de la República, de aquí a la Casa Mosquera y esquina de Baudilia abajo ¡guápete! hacia el deprimido Barrio Bolívar pasando por la nada atractiva segunda plaza de mercado, puesto que la primera plaza de mercado es el Parque de Caldas. Este visitante, todo despistado, sigue hacia Cali sin entender a qué hora lo sacaron de la ciudad, sin permitirle siquiera pagar la cuenta del hotel.
Otro caso: llega usted en su vehículo hasta la esquina de la Gobernación y pretende llegar a la Torre del Reloj, una cuadrita apenas. Pues mi señor, lo desvían hacia la carrera novena (bien congestionada), de allí a las auténticamente patojas empanaditas “La Fresa” y siga hasta la Torre del Reloj. Total cinco cuadras en lugar de una.
Y otro más: viene otro turista de visitar el Museo Negret, cuadra de El Cacho, y aspira a llegar al Hotel Camino Real, donde se hospeda. Al llegar a la Torre del Reloj lo desvían hacia la calle séptima (bien atiborrada), de aquí a San Agustín y por fin a la esquina a donde Mister Simmonds, que hace rato lo está esperando. Total, cinco cuadras en lugar de una.
¿Puede alguien explicarme estos disparates?
Si el propósito era hacer un espacio peatonal, no sería suficiente la calle frente a La Alcaldía y Los Portales, (carrera 6) junto a las amplísimas aceras que rodean el Parque, más el Parque mismo?. No pueden allí alojarse cómodamente las ventas de helados, mazorcas, chorizos, almuerzos de a mil , chontaduros, aguacates, y cuanto Dios en su bondad nos dio ?
Señor Alcalde César Cristian, en un acto de sensatez administrativa, abra usted al tránsito esas tres vías (calles 4 y 5 y carrera 7) que rodean el Parque de Caldas y verá que, como por encanto, se solucionará el caótico problema vial en el centro de nuestra ciudad.
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