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Eliana Gómez Hurtado
Cien niños y niñas de las comunas siete, ocho y nueve de Popayán, hijos de padres de familia donde sus edades oscilan entre los 17 y 29 años, son cuidados por María del Socorro Juspián, representante legal de la fundación Mía, Misericordia y Amor.
En su mayoría, estos padres se dedican al ‘rebusque’, a prestar sus servicios en restaurantes, almacenes o en casas de familia y así cubrir parte de los gastos económicos de sus pequeños. “Son personas muy jóvenes y mujeres cabeza de familia”, explicó la líder comunitaria.
Aunque lo ideal sería que estos jóvenes estuvieran cursando su carrera universitaria, no lo han hecho debido a las responsabilidades que desde temprana edad tuvieron que asimilar. De hecho, muchos de estas personas apenas tienen la primaria y otras, se han esmerado por terminar el bachillerato.
De acuerdo con Juspián, dentro de sus charlas, estas personas han deducido que desde sus hogares no han tenido una buena orientación familiar, donde les explique sobre la sexualidad y los métodos anticonceptivos.
“Las madres de estos pequeños no han tenido la oportunidad de recibir una capacitación que les explique todo lo relacionado en la parte sexual, entonces como ellos no han sido formados en esta temática, pues de esa forma están actuando; conforme a su medio, es decir como no tienen oportunidades se dedican a andar en las calles con sus amigos (a) y en ese ir y venir suceden los embarazos”, agregó la representante legal de la fundación Mía, Misericordia y Amor.
Para Juspián, la idea de conformar la fundación nació hace seis años con el propósito de trabajar por la niñez “porque hoy en día los niños están siendo atropellados, al igual que las mujeres y porque siempre añoré trabajar con los infantes y las mujeres”, señaló la líder social.
La fundación Mía, Misericordia y Amor tiene a más de 100 menores afiliados y presta el servicio a la comunidad de lunes a domingo durante las 24 horas del día, donde atiende a niños de uno a 14 años.
Por último, hay que decir que la mensualidad de este servicio cuesta alrededor de 20 mil hasta 60 mil pesos, para el cuidado y la alimentación de los pequeños.
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