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SANTIAGO ZAMBRANO SIMMONDS
Después de la primera vuelta y de la gran aceptación que tuvo la propuesta de Sergio Fajardo de unir a toda la sociedad colombiana, ocho días después semejante gesta está en el peor de los mundos pues cualquier resultado que se de en la segunda vuelta, los perdedores señalarán de culpable al líder de la Coalición Colombia.
Si llega a perder el doctor Duque con seguridad dirán que eso ya estaba acordado tal como aseguraron en los días previos a la primera vuelta cuando afirmaron que desde hacía varios meses se había armado una unión por debajo de la mesa entre Petro- Fajardo y De la Calle, y que a través de ésta unión junto con las Farc y el presidente Santos se iba a instaurar el castrochavismo, además aseguraron que desde la Registraduría se había planeado alterar los resultados electorales cambiando los lapiceros, el tipo de papel y el número de tarjetón.
Por ese temor muchas personas a quienes les gustaba el discurso de la Coalición Colombia, prefirieron votar por las fuerzas del “orden” pues daban por descontado que Fajardo iba a perder y ante la posibilidad de la victoria de Petro cerraron filas alrededor de Duque, perdiéndose así un gran número de electores que sumados le hubieran dado un buen chance de pasar a la segunda vuelta y por ende con grandes posibilidades de victoria como lo señalaron las últimas encuestas.
Sea ésta la oportunidad de expresar mi solidaridad con esos miles de personas que durante todos estos años han vivido llenos de angustia y miedo inculcado y que sólo cuando reflexionen se darán cuenta que han sido utilizados como “bobos útiles” con fines electorales y que han pasado años de su existencia temiendo un monstruo que nunca llegó. El tiempo demostró que no fue cierto que el Presidente Santos hubiera urdido un plan para que las Farc y todos los guerrilleros se tomaran el Congreso asunto que se comprobó en las elecciones de marzo; tampoco fue cierto que se hubiera implementado una estrategia para sacar con trampa a Duque en primera vuelta dejando a los colombianos solo con la opción de “escoger entre los dos candidatos de izquierda”
En el otro lado las cosas no son mejores: Si pierde el doctor Petro dirán que éste es el epílogo del tenebroso plan urdido por Uribe, Fajardo y el statuo-quo para no dejar llegar a una persona revolucionaria que ha estado en contra del establecimiento y ha sido su víctima.
Tal vez en esa eventualidad se olvidarán quienes harán esos señalamientos que si es de señalar una persona que ha sabido moverse como pez en el agua en el andamiaje de la política tradicional es precisamente Petro. Desmovilizado del M-19 a quien el Estado le brindó todas las garantías, elegido Representante a la Cámara, Senador y Alcalde de Bogotá, apoyó con su voto para que fuera electo procurador Alejandro Ordóñez y desde la alcaldía apoyó la reelección de Santos entonces se pregunta uno ¿Quién ha sido más “rebelde” Petro o Fajardo? Más aún se olvidarán que entre los candidatos alternativos que planteaban cambiar la forma de gobernar el que tenía mayor probabilidad de derrotar a Duque, era precisamente Fajardo.
Ahora ambas campañas lo atacan porque él anunció que su voto va ser en blanco como una decisión personal, sin invitar a votar como él ni a favor de ninguno de los dos candidatos. Eso ha sido tratado como una bomba noticiosa cuando en realidad él desde un principio dijo ni con Petro, ni con Duque. Lo que Fajardo ha sido es consecuente con lo planteado durante toda la campaña. El país político le critica esa decisión pues han estado acostumbrados a que los dirigentes derrotados salgan a negociar burocracia a cambio de apoyo y a eso lo llaman “unidad nacional” o “un gran pacto por Colombia” entre otros.
Ahora bien después del proceso de paz y que ya no existe el enemigo común de las Farc sobresale lo inmadura que es nuestra democracia, la falta de inclusión como de respeto por el pensamiento de los otros. Lo que ha hecho el doctor Fajardo es un ejemplo hacía su propio pensamiento y un gran respeto hacía sus electores quienes libremente decidiremos por quien votar. Definitivamente las cosas son muy diferentes cuando se ven personas y no votos.
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