Por: Olga Portilla Dorado
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Faltando dos semanas para que los colombianos decidan en las urnas si apoyan o no el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera; en el Cauca se empieza a ‘medir el pulso’ de quiénes van por a favor o quienes están en contra.
Las encuestas a nivel nacional muestran diversos resultados, y las ‘campañas’ por el sí y por el no, no se hacen esperar. En Popayán, como en el resto de municipios del Cauca las organizaciones, gremios y partidos políticos han empezado a hacer algún tipo de pedagogía con los acuerdos, acercando la información a sus comunidades, resolviendo inquietudes y discutiendo lo pactado así como lo que aún falta.
Aunque no se ha hecho una encuesta local, el pasado miércoles, los más de 250 mil habitantes de la ‘ciudad blanca’ fueron testigos de cómo miles de caucanos provenientes de los 42 municipios del departamento recorrieron por más de dos horas el norte y centro de la ciudad, gritando arengas a favor de la paz y diciéndole sí al fin del conflicto con las Farc.
Sindicalistas, estudiantes de colegios y universidades, líderes y asociaciones de campesinos, desmovilizados, víctimas, militantes de partidos políticos, docentes, funcionarios y exfuncionarios públicos, empresarios, emprendedores, hombres, mujeres, niños, indígenas, blancos y mestizos; toda una muestra representativa de la multiculturalidad del Cauca marchó y expresó estar a favor de dar un paso para acabar con más de 50 años de conflicto armado interno.
“Las mujeres estamos felices porque solo con la unión de esfuerzos, el diálogo intercultural, intergeneracional, intersectorial los acuerdos podrán generar una paz cotidiana, creativa y plural. Creemos que los acuerdos son una buena propuesta y una necesidad, son imperfectos como la guerra, pero preferimos unos acuerdos imperfectos a una guerra prolongada e histórica”, señaló Socorro Corrales miembro de la Ruta Pacífica de las mujeres.
Como líder de esta organización que durante más de 20 años de experiencia han aspirado a una negociación política del conflicto armado, Socorro considera que uno de los principales retos de la Ruta en un posible escenario de posacuerdo, es que los acuerdos con enfoque de género desde los territorios sean de verdad una transformación cultural y una apuesta de educación para la democracia, la convivencia y para que no haya más violencia contra las mujeres.
Desde los municipios, varios alcaldes expresaron que con las organizaciones comunitarias, sociales e indígenas han venido trabajando para que los habitantes de estas zonas conozcan los acuerdos, y puedan tomar una decisión el próximo 2 de octubre cuando se vote el plebiscito.
“Estamos convencidos de que es el momento justo para no perder la oportunidad de darle a nuestros hijos la herencia de la paz. Cajibío es un municipio azotado por la guerra, hemos tenido más de 15 tomas guerrilleras, masacres, pero ahora llevamos cerca de 7 meses que afortunadamente ya sentimos la paz, incluso ya estamos impulsando el turismo para motivar la economía rural de nuestro municipio”, dijo Jaime Valencia, exalcalde de Cajibío.
Al igual que él, Diego Aguilar Marín, alcalde de Argelia expresó que en este municipio la comunidad es la más feliz porque a partir del cese bilateral han respirado tranquilidad y los habitantes de las distintas veredas están creyendo en el territorio y se ha recuperado la confianza. “Aquí estamos iniciando una nueva página de nuestra historia”, enfatiza el mandatario local.
La mayoría de asistentes eran miembros de alguna organización social, víctimas y desplazados de distintos municipios como Corinto, Argelia, Puerto Tejada, Caldono, Silvia, y otros más que se quedan sin nombrar, pero a quienes también la guerra los ha tocado. Los militantes de partidos y grupos políticos también estuvieron presentes, entre ellos los Liberales, los del movimiento Mira, la ‘U’, el partido verde, quienes entre las miles de camisetas blancas se distinguían por los colores tradicionales que han identificado a estos partidos.
“Los acuerdos de La Habana están abriendo una posibilidad para que transformemos el campo, para que sean reparadas las víctimas, para que se dé una apertura democrática en el país. La mayoría de nuestras organizaciones viven en las zonas donde se ha desarrollado con mayor agudeza el conflicto y lo que hemos manifestado es que tenemos la voluntad para apoyar todos los mecanismos que se desprenden de los acuerdos. Como Marcha queremos contribuir a la verdad desde los territorios”, dijo Jonathan Centeno, miembro de la Marcha Patriótica.
Por su parte Nilson Liz, de la Anuc Cauca, comenta que su organización ha venido respaldando el proceso entre el Gobierno y las Farc, convencidos de que se abre un espacio para la construcción de paz; sin embargo son conscientes de que el proceso no es fácil y de que como organización campesina van a jugar un papel importante en la apuesta de seguir por ese camino de la reconciliación. “Es que quienes hoy han venido afrontando la guerra, no por que hayan querido sino porque no han tenido oportunidades son campesinos, la base de las fuerzas militares e insurgentes son gente del campo”.
El Comité de Integración del Macizo Colombiano (Cima) fue otra organización que se unió a la movilización. Victor Collazos, expresó que los miembros de este Comité le dicen sí a la paz porque están seguros de que es hora de acabar la guerra y darle mayor camino a la solución política y negociada del conflicto, pero también porque están seguros de que es necesario que en esa paz se reconozcan los derechos del campesinado. Han hecho pedagogía y siguen recorriendo los territorios dando a conocer el acuerdo, explicando los puntos que contiene el documento y señalándoles la importancia de votar.
Algo que llamó la atención de los asistentes a la movilización fue la participación de una cifra importante de jóvenes, estudiantes de colegios y de distintas universidades quienes dejaron a un lado sus compromisos académicos para unirse a esta larga caminata, que desde muy alto se veía como una larga cadena de personas copaban todo el carril derecho (sentido norte – sur) de la avenida panamericana desde el centro comercial campanario hasta el puente del río Cauca.
“Desde hace 18 años uno de nuestros pilares ha sido propender por una salida política al conflicto, nosotros consideramos que este es un momento añorado por nuestra organización y por muchos gremios y universidades, sabemos que es un momento difícil pero es hora de cambiar y darle paso a la paz y construirla con todos, con propuestas para transformar”, expresó Kevin Mondragón Muñoz, miembro de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios –Aseuc Cauca.
Juan Manuel Torres, sociólogo y líder social de Argelia, Cauca ha vivido en carne propia el conflicto que ha sufrido su municipio; él también llegó junto a más de 200 personas que en dos chivas llegaron hasta esta ciudad, luego de un viaje de más de 4 horas desde el sur del Cauca.
“Argelia es un municipio especial dentro del conflicto en el departamento del Cauca y últimamente en medio del proceso de paz no hemos dejado de participar de todo este tipo de actividades porque sabemos que en las calles es que también se logran muchas cosas. Queremos venir a reivindicar, a apoyar el proceso de paz, el sí al plebiscito, y también a hacer una exigencia, pero para eso hay que hacer presencia, uno no se puede quedar encerrado, hay que aprovechar estos espacios de lucha social”, señaló Juan Manuel.
A eso de las 12:00 del mediodía y bajo la lluvia los caminantes se apostaron alrededor del parque caldas, donde la movilización por la paz terminaría con un concierto protagonizado por artistas nacionales y de la región.
Herencia de Timbiquí el grupo más esperado, no solo por su gran talento sino por esa conexión que aún tienen con el pacífico caucano, de donde son oriundos la mayoría de sus integrantes, también quiso expresar su mensaje de por qué sí creer en una paz. “La paz significa lo que estábamos esperando: tranquilidad, y la tranquilidad no tiene precio, este es un buen momento para el país, hay que ponerle positivismo porque con esa reconciliación de todos vamos a lograr la paz. Los artistas movemos masas y a través de las letras llevamos mensajes positivos”, dijo Enrique Riascos, marimbero de Herencia de Timbiquí.
Durante los más de 3 kilómetros y medio que se recorrieron, se escucharon mensajes como estos, distintas historias por registrar de miles de caucanos que con convicción y esperanza gritaron: ¡sí a la paz!
Entre los diferentes representantes que se movilizaron el pasado miércoles, también el sector empresarial y comercial hizo presencia, incluso en esta misma semana se llevó a cabo el primer Encuentro de Empresarios del Departamento, donde se abordaron los principales retos del sector privado con perspectiva de reconciliación y construcción de paz para la región. Jairo David Erazo, director del Cluster CreaTIC, una empresa que apoya los emprendimientos de la región, comentó que parte de la labor que cumple el Cluster, como lo es la construcción de un tejido empresarial, la disminución de brechas, generación de calidad de vida, son apuestas por la paz. “Yo creo que en este nuevo escenario de posconflicto algo fundamental será eso, que todas las personas tengan condiciones de acceso a empleos, y desde nuestras empresas de tecnología procuramos eso, venimos apoyando a diversos sectores y ese es nuestro aporte a la paz desde nuestro contexto empresarial y tecnológico”, señaló Erazo. Durante el encuentro de empresarios, la directora de la Cámara de Comercio del Cauca, Oriana Mendoza, resaltó que en el escenario de posacuerdo habrán unos pilares de acción fundamentales, especialmente el de la reconciliación, “tendremos que darnos la mano con humildad los que han estado en el campo en la guerra con los empresarios que han sufrido los rigores de esta violencia, los costos adicionales en territorios como el Cauca. Primero el perdón, segundo la reconciliación y la inclusión”. Con más de 10 años de experiencia, la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) ha demostrado que la productividad y el empleo digno se hacen indispensables en la construcción de paz, además es de resaltar que a pesar de las dificultades del proceso de reintegración en un escenario de conflicto, las esperanzas para casos exitosos en un escenario de posacuerdo son mucho más ambiciosas. Según cifras de la ACR, hasta junio de este año, 339 personas están siendo atendidas en el Cauca, y 226 ya culminaron de manera exitosa la ruta de reintegración, lo que significa que ya son ciudadanos reintegrados y que cumplieron con el plan de trabajo integral y concertado.
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