Por: Olga Lucía Volverás
Con la llegada del Covid-19 al país a principios del 2020 y el confinamiento establecido por el gobierno, muchas personas tuvieron que desarrollar sus trabajos desde sus casas, sin embargo, hay labores que no permitieron el trabajo virtual, y obligaron a la gente a salir a las calles.
Trabajadores de la limpieza, personal de salud, vigilantes, dueños y empleados de almacenes de productos básicos, agricultores y electricistas, entre otros oficios primordiales para el sostenimiento de la sociedad, son los héroes que han arriesgado su vida durante la pandemia para garantizar a todos, una buena calidad de vida.
Es indudable que la crisis de salud mundial afectó considerablemente las dinámicas sociales y forma de vivir de la gente, sin embargo, mientras nos adaptamos a las nuevas condiciones, algunos trabajadores ponen el frente a la situación y continúan desarrollando sus labores diarias en las calles. Este es el caso de los electricistas, quienes son los encargados de velar por que todos los colombianos contemos con servicio de energía en las casas.
Aunque esta labor no es muy reconocida, el trabajo que desempeñan los electricistas es de gran valor para el funcionamiento de la sociedad actual, pues hoy en día, gran parte de las actividades que realizamos están mediadas por la tecnología, la cual no sería posible usar sin una fuente de energía disponible.
Los llaman héroes porque no solo arriesgan su vida al estar expuestos constantemente al contagio del coronavirus, sino que todos los días se enfrentan con el miedo y la incertidumbre de cometer un error que les cueste la vida.
Un día normal para un electricista inicia cuando desde la empresa les dan la orden de trabajo que tienen que desarrollar. Posteriormente, se desplazan hasta los territorios donde se debe hacer la labor, actividad que en ocasiones les toma gran parte del día, lo que lleva a que algunas veces deban pernoctar en diversas partes. Una vez finalizado el trabajo, retornan a sus casas para compartir con sus familias y disfrutar de su tiempo libre.
“Nuestro día a día empieza muy temprano en la empresa. Siempre llegamos prestos a recibir la orden de trabajo para realizar la labor del día y salimos con la idea de que vamos a hacer lo que más nos gusta y mejor sabemos hacer”, afirma Jhon Alexander Castillo, un brigadista de mantenimiento preventivo que trabaja en el sur del Cauca.
Recorrer caminos
Los electricistas recorren una gran cantidad de territorios. En algunos casos los vehículos en que se movilizan llegan hasta los lugares donde tienen que realizar el trabajo, pero en otros, deben caminar durante varias horas para poder llegar hasta los puntos, y así garantizar el servicio eléctrico en las zonas más lejanas.
Jhon es un patiano de 41 años, y desde hace 13 se dedica a la electricidad. “En este trabajo he conocido muchos lugares, que como caucano no conocía, como el macizo colombiano y la bota caucana. Soy una persona que admira los paisajes y me gusta ir al páramo, me tomo mi tiempo para contemplar la belleza de los paisajes. He recorrido todos los 11 municipios del sur del cauca, pasando por Rosas, Argelia, Florencia y San Sebastián, entre otros”, cuenta Jhon.
Jhon llegó al mundo de la electricidad por azares del destino y porque desde niño sentía gran curiosidad por la profesión. “Siempre que veía a las personas que trabajaban en la línea, y la forma en que hacían los trabajos en alturas, pensaba que era algo que quería experimentar. Llegué a Ginebra, Valle, porque me encontraba trabajando en otros oficios y se me presentó la oportunidad de ser auxiliar de electricista, que es como muchos comenzamos. Fui adquiriendo experiencia, y con el tiempo aprendí a hacer los procedimientos de manera segura y garantizar el buen servicio de los usuarios”.
Además, Jhon agrega que el primer día de trabajo como electricista sintió muchas emociones, pues estaba emocionado, pero también tenía nervios por lo que iba a hacer y debía aprender. Así lo expresa: “El primer día fue una sorpresa porque cuando iba de camino a mi casa, después de haber firmado el contrato, yo miraba las redes, pero no entendía el sistema. Iba con un poco de nervios, no sabía muy bien cómo hacer todo porque pues estaba aprendiendo. Pero cuando me puse el uniforme fue algo muy bonito para mí”.
Un trabajo de riesgos
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante el 2018, se registró la muerte de 180 colombianos por cuenta de accidentes eléctricos. Los departamentos con más afectados fueron Antioquia, Bogotá, Bolívar y Atlántico.
Para el Concejo Nacional de Técnicos Electricistas – CONTE, entidad encargada de la expedición de las matrículas profesionales de los técnicos electricistas, es alarmante que día por medio un colombiano muera a causa de accidentes eléctricos, razón por la que han desarrollado diversas campañas enfocadas en la prevención de este tipo de accidentes.
“Hay gente que pregunta algo que personalmente no me gusta y es que si no nos da miedo que nos llegue a matar la energía. Nosotros sabemos a lo que nos enfrentamos, pero nunca estamos pensando en eso, siempre queremos hacer las cosas bien, implementando las 5 reglas de oro que para nosotros es fundamental, y es lo que salva vidas”, comenta Jhon.
Sin embargo, el riesgo de recibir una descarga eléctrica o caerse de las alturas no son los únicos que corren todos los días los brigadistas. En departamentos marcados por el conflicto armado como el Cauca, grupos al margen de la ley han llegado a interceptar los vehículos y a amenazar a empleados y directivos de las empresas.
La Compañía Energética de Occidente CEO en varias oportunidades ha denunciado intimidaciones por terceros contra sus funcionarios en el Cauca. En el pasado, estos grupos al margen de la ley han realizado atentados contra la infraestructura eléctrica y contra un operario, quien fue asesinado en 2018 en el municipio de Corinto, Cauca, mientras se encontraba en el ejercicio de su labor.
“A veces el trabajo es complicado, hemos recibido amenazas de parte de ciertos grupos y nos hemos visto envueltos en situaciones duras. Hay compañeros que han tenido experiencias muy amargas, a Nosotros nos quitaron los elementos de trabajo. Pero sabemos que en cualquier momento eso puede pasar, por eso siempre tratamos de hacer que la gente entienda nuestro trabajo les beneficia más de lo que los pueda perjudicar”, aseguró Jhon.