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Gracias a la oportuna información suministrada por fuentes humanas, las autoridades corroboraron que en la vereda Lisboa Dajuando, zona rural del municipio de El Tambo, Cauca, unas personas realizaban actividades extrañas a un costado de una vía terciaria, situación que se repetía con los días, de ahí que se implementara un operativo para verificar qué era lo que pasa con estos individuos.
Fue así como funcionarios del Grupo de Inteligencia e Investigación Contra el Crimen Organizado, Cefop, en coordinación con unidades del Ejército Nacional llegaron hasta el lugar y expertos en el control y manipulación de artefactos explosivos improvisados verificaron la situación en el punto, encontrando un agujero cubierto con plásticos y hojas secas, elementos que ocultaban cinco kilos de Pentolita con metralla, con un sistema de iniciación mediante cableado y estopín; todo esto acondicionado en un cilindro de gran volumen, capaz de causar daños mortales en un radio mayor a 50 metros, al momento de su detonación.
Según investigaciones de este caso, los explosivos pertenecían al frente Manuel Vásquez Castaño de la guerrilla Eln, con los cuales se pretendía atentar contra la fuerza pública, en especial contra unidades militares que utilizan estos sectores como corredores viales.
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