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Por: Reinaldo Hoyos Molina
Especial para El Nuevo Liberal
Desde hace cuatro meses hay más silencio en las calles del municipio de Guapi: las plantas eléctricas o generadores de energía a gasolina se han ido apagando con la llegada de la interconexión eléctrica que hoy es una realidad no solo aquí, sino también en toda la Costa Pacífica Caucana.
Al municipio de Guapi se llega por aire, para evitar la densa selva que parece un gran brócoli si se mira desde lo alto; o por mar y río, que es quizá la opción que más utilizan los guapireños para sus desplazamientos diarios. Por el momento, no hay de otra.
Si uno se embarca y toma rumbo al Océano Pacífico, que queda a unos 15 minutos en una buena lancha, entonces Guapi queda a la margen izquierda del majestuoso río que lleva este mismo nombre. Son varias casas vecinas del río y rodeadas de árboles que cubren kilómetros de selva. En Guapi no se ve más que agua y el verde del bosque, y la alegría de la gente que es característica de las comunidades afros.
Las 24 horas, ‘una bendición’ para los pesqueros
Hay un señor que saca unos bloques de hielo, que se ven pesados, para dejarlos, por un momento, en un lugar del renovado parque del barrio Puerto Cali. Le pregunto por su nombre, pero me responde susurrando y entre dientes, no le entiendo.
Pero cuando le pregunto sobre el hielo, su dicción cambia y me narra de manera clara que van “para una vereda que se llama Limones, que queda río arriba. Allá hay gente que pesca mucho y este hielo sirve para refrigerar el pescado mientras se comercializa”, y agrega que teniendo energía eléctrica las 24 horas o de manera más constante, ha permitido “que el hielo sea de mejor calidad, más consistente y dure mucho más”, lo que ha prolongado el buen estado de los alimentos del mar.
Vale la pena recordar que esta interconexión eléctrica es una realidad, gracias al trabajo conjunto que lograron autoridades locales y nacionales, que se pusieron de acuerdo para invertir recursos del Plan Todos Somos Pazcifico, para tirar cerca de 500 kilómetros de líneas eléctricas desde la Subestación de San Bernandino en Popayán hasta la subestación de Guapi, logrando energizar a nueve municipios del litoral pacífico: los tres del Cauca y seis de Nariño.
“Esto es una inversión social, con la que vamos dejando capacidad instalada para poder hablar de un desarrollo real desde municipios como Guapi, López de Micay y Timbiquí. Estamos seguros que con energía las 24 horas, como ahora es posible, se genera un cambio, una transformación social y económica de esta comunidad que entre otras, es pesquera”, aseguró el Gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo Hurtado, quien gestionó los recursos y la puesta en marcha de este proyecto.
En el hotel donde me hospedo, también están felices; el gran generador eléctrico, que ocupa un espacio significativo en la infraestructura del edificio, también ha quedado en silencio, “eso permite que los huéspedes descansen sin el sonido que emite ese aparato; y lo que invertíamos para que funcionara, ahora es ganancia”, dice Paty, una mujer que siempre tiene una sonrisa para atender a los que van de pasada, sobre todo en estas épocas del año, donde las Yubartas o Ballenas Jorobadas, llegan a Gorgona después de un viaje de 8 mil kilómetros para aparearse y tener sus ballenatos. Un espectáculo único que tiene el Cauca en su costa.
La pesca más fresca
Como municipio costero, la pesca es una de las principales actividades económicas de Guapi. Aquí las personas por lo general no tienen carro, pero sí un bote o una lancha. Hay quienes salen a altamar desde la madrugada y regresan en horas de la tarde, y otros avezados que se van durante cinco días a pescar al mar, a eso le llaman faena.
Eso me cuenta José Vallecilla, en una tarde a las orillas del río Guapi. Él es un guapireño que hace parte de la asociación Asomariscope, una de tantas, que se encarga de comprarle los peces o mariscos, esas delicias del mar, a los pescadores; o prestan el servicio de refrigeración mientras se consolida la comercialización de estos alimentos.
Vallecilla fue pescador, pero dejó de serlo cuando se perdió por varios días en el mar. “Ahí dije: tengo que dejar de pescar… y me monté mi empresa, mi asociación. Somos 14 asociados, 14 familias que nos beneficiamos de esta labor”.
Tiene uno de los cuartos fríos mas usados en Guapi, “la interconexión eléctrica nos ha mejorado mucho, porque antes se nos quemaban los equipos cuando la energía subía y bajaba. A veces la quitaban por problemas con el combustible: se nos quemaban los conectores, los breakers… y nos tocaba invertir como un millón y medio cada tres meses. Ahora llevamos cero inversión en estos gastos”, asegura José Vallecilla.
Esta es una de las finalidades de las autoridades que realizaron la inversión: “la interconexión les permite refrigerar más barato a los ciudadanos; la posibilidad de que los ingresos sean mejores, porque los costos merman. Mejorará la calidad y las condiciones para que nuestra Costa Pacífica tenga competitividad”, explicó el Gobernador del Cauca.
La refrigeración de los pescados y los mariscos es clave para esta población, no solo por su seguridad alimentaria, porque es Guapi la capital de las delicias gastronómicas del pacífico colombiano, sino también para la comercialización que se hace en Buenaventura, en Popayán (más ahora, en el desarrollo del Congreso Gastronómico), incluso llegan hasta Bogotá y Medellín.
Un esfuerzo que no para
El Gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo Hurtado, tiene claro que la inversión en infraestructura eléctrica, es una inversión social y un asunto clave económicamente hablando. Por eso, ahora la apuesta es llegar con esta realidad a las zonas rurales de los tres municipios costeros caucanos.
“Hace unos meses, con la presencia del Ministro de Hacienda, pudimos consolidar $37 mil millones para trabajar proyectos que se sumen a lo que ya tenemos consolidado, y que sean muchas más familias que puedan hablar de cerrar brechas a través de la inversión social”, explicó. Como sucedió con el anterior proyecto, serán recursos que se inviertan desde el Fondo Todos Somos Pazcifico.
Mientras esto sucede uno podría destacar tres cosas que suceden en Guapi, López de Micay y Timbiquí: más competitividad, porque la calidad de los pescados frescos es mejor; suenan más fuerte la marimba, el cununo, el güasá y las cantaoras, porque los generadores de energía a gasolina se han silenciado y hay un población con un mejor ánimo para trabajar día a día en sus costumbres, cultura y sus riquezas, una de las más características del departamento del Cauca.
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