GUILLERMO ALBERTO GONZÁLEZ MOSQUERA
Una de las obras emblemáticas de Popayán se cae a pedazos. Unas veces por la indolencia del gobierno, otras por la de las gentes que se están robando los ladrillos de los muros. Allí ha quedado como un cadáver insepulto que se deshace con el tiempo. Por muchos años, desde 1775 prestó sus servicios a quienes entraban a la ciudad desde el norte para llegar al barrio Bolívar, utilizando una tarabita o el vado de la vega de Prieto. Solo hasta 1964 se dio al servicio el puente “Tomás Castrillón Muñoz” sobre la autopista norte, pero el viejo puente siguió allí, soportando en una sola vía el tráfico de camiones, tracto mulas, remolques y otros vehículos que deseaban entrar artículos para el mercado del Barrio Bolívar y hasta y desde la salida al Huila. Impasible, soportó un volumen de vehículos para el que nunca fue calculado por sus constructores. No había otra forma segura de cruzar las aguas del río que allí ya es turbulento y peligroso para el transeúnte. Debió reemplazar a una vieja estructura de guadua y a la tarabita que se tornó peligrosa y obligó a la construcción de la nueva.
El puente se debe al español Francisco Basilio de Angulo y Gorbea quien emigro a Popayán y construyó el puente a su costa, según lo narra el General Rafael Reyes en sus memorias. La obra fue dirigida por el lego franciscano Fray Simón Schenher, quien dibujó los planos de la obra que se encuentran en el Archivo Histórico de la Universidad del Cauca. Su arco central va disminuyendo en arcos continuos siguiendo la costumbre románica, hasta llegar a la vía publica que comunica la ciudad. Tiene 120 metros de longitud y 20 metros sobre el nivel del río y seis arcos laterales. El historiador Diego Castrillón Arboleda en su obra Muros de Bronce, atribuye al gobernador de la época José Ortega y a una junta de notables, las expensas para la construcción de la obra. Dice que en el extremo norte se construyó la casa del alcabalero y “un esbelto portal de mampostería, demolidos despúes para dar paso a los vehículos automotores”.
Me informan que ya hay una nueva junta de vecinos que trabaja con la Alcaldía en la reconstrucción del puente. Es hora de que sepamos hasta donde han llegado en sus loables esfuerzos.