Una revolución no puede ser vista solo desde la mirada de la política. Otra forma de verla es a partir de logros tecnológicos desarrollados. Ya Lenin lo decía, cuando pretendía que Rusia ejerciera el liderazgo mundial en la industria. Para ello debía desarrollarse desde la electricidad y la industria. Otro tanto fue plasmado en los planes quinquenales de Stalin, que sirvieron para planificar absolutamente, todo el acontecer de la ya denominada la Unión Soviética, y sin lugar a dudas, fue desde la aviación que mucho del orgullo soviético se pudo consolidar.
La fuerza aérea soviética durante la primer década de los años 80, tenía en sus registros operativos a 11 mil 600 aviones, incluidos los de ala fija y rotativa, los cálculos hechos por parte del gobierno de los Estados Unidos, desde el año 1983 al año 1985, hablaban que las fábricas de la Unión Soviética producían al año mil 250 aviones militares y 800 helicópteros, cifras que hacían preocupar al Pentágono.
La noción de comando del aire, ha sido el núcleo central sobre el que ha girado la evolución de la doctrina de las fuerzas aéreas, desde que esta expresión fuera mencionada por el mayor J.D. Fullerton, en el año 1893, en Chicago. En la conferencia el profetizó que el futuro de la guerra podría empezar con una gran batalla aérea. Bajo este precepto la Fuerza Aérea Soviética, empezó una carrera para tener en su inventario de aviones la mayor cantidad operativa, sobre todo después de la gran Guerra Patriótica, como le llaman a la Segunda Guerra Mundial.
La historia de los pioneros rusos
En San Petersburgo, antigua Petrogrado, un 20 de julio de 1882, en la localidad Krásnoye Seló, en las afueras de la ciudad, un evento demostraría que la tierra Rusa ha sido pionera en las ciencias y las técnicas, el primer vuelo de un avión que fue construido bajo la dirección del inventor ruso Alexander Mozhaiski (1825-1890). Este aparato volador, que posteriormente sería patentado por su inventor, poseía cada uno de los rasgos de un avión moderno, pero su historia es poco conocida. Y aunque esto ocurrió durante la época zarista, cuando Rusia era un imperio, este hecho viene a demostrar que esa tierra ha sido cuna de grandes inventores.
Esta historia esta concatenada desde sus inicios con los nombres de todos los ingenieros aeronáuticos rusos, que de alguna manera todos trabajaron en colaboración para poder cumplir los objetivos de los planes quinquenales de Stalin.
Nicolai Polikarpov había sido un exitoso diseñador aeronáutico, pero Stalin lo acusa de actividades contra revolucionarias y es sentenciado a pena de muerte, luego es conmutada la pena a trabajos forzados en una prisión donde pudo diseñar el Polikarpov I – 5, luego de salir de prisión trabajó inicialmente con Pavel Sukhoi, desde 1931, con el desarrolló el avión I-16 en 1933 y el I-15 en 1934, luego trabajó con el diseñador Sergei Ilyushin en 1937, pero en 1938 el solo funda una oficina de diseño de aviones.
Para el año1939, concluye el trabajo de diseño aeronáutico designado con el nombre de I – 153, un avión biplano que era una mejora del I – 15, pero la guerra ya estaba próxima y las purgas de Stalin afectarían mucho al sector aeronáutico, ese mismo año se le pide a Polikarpov que viaje a la Alemania Nazi, y ya cuando regresa a Moscú se encuentra con la noticia que su fábrica de aviones había sido desmantelada y entregada a una de las más famosas fábricas, la de Artem Mikoyan y Mijail Gurevich conocida como MIG, y ya terminada la guerra, la oficina de aviones Polikarpov fue entregada definitivamente a la fábrica de otro grande diseñador de aviones Pavel Sukhoi.
Después del triunfo de la Revolución de Octubre y con las lecciones aprendidas de la Primera Guerra Mundial, la industria aeronáutica en aquel entonces buscaba desarrollar aviones como el Polikarpov I -1 de combate, hasta los famosos Ilyushin IL 2 Stormovik. Durante esta era también se construyeron los grandes cargueros Tupolev y los Yakolvev y los cazas Sukhoi. Sin lugar a dudas una era muy prolífica, pero también desesperada pues las purgas de Stalin habían dejado casi inexistente la aviación, y las cifras lo demuestran, en el primer día de la operación Barbarroja, de la invasión Nazi, 1811 aviones fueron destruidos, para el 5 de Octubre de 1941, ya habían sido destruidos 5316 aviones y durante los 12 meses siguientes la aviación soviética solo operaba bajo vuelos de defensa en las ciudades de Leningrado, Moscú y en Ucraina, pero la situación cambiaría desde el triunfo soviético en la batalla de Stalingrado, hasta llegar a tener a inicios de 1945, la cifra de 8 mil aviones solo de combate, el total fueron 17 mil aviones, lo que permitió lograr la superioridad aérea sobre los Nazis.
Uno de los nombres que se han idealizado como el sinónimo de la aviación soviética y rusa es MiG, de la fábrica de Artem Mikiyan y Mijail Gurevich, quienes diseñaron los primeros aviones de combate MiG 1 y MiG 3. Ya terminada la guerra en 1946, se diseña el MiG 9, basado en la ingeniería inversa hecha las capturas de los aviones alemanes, pronto este avión dio paso al más famoso de todos los MiG, el designado con el número 15, que es según muchos expertos el mejor avión caza de la historia, llegando a producirse 12 mil aviones, incluyendo las licencias entregadas a Polonia, China y Checoeslovaquia. Y siendo su bautizo operativo la guerra de Corea, en donde demostraría sus cualidades de diseño y eficiencia operativa.
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