Editorial: El Pacífico que visita el Gobierno

El Presidente Juan Manuel Santos puso en marcha una estrategia de comunicaciones que denominaron el Presidente en las regiones. El acto central que es un Consejo de Ministros en algún municipio de Colombia, está precedido de una avanzada de decenas de funcionarios que se despliegan por el territorio de la región escogida haciendo anuncios y participando en inauguraciones. Esta semana el turno le correspondió al Pacífico.

Los Ministros y jefes de entidades estuvieron en más de cuarenta municipios de los departamentos del Cauca, Valle, Chocó y Nariño y el Presidente llegó ayer sábado a Guapi. Entregaron casas, pusieron al servicio Centros de convivencia, anunciaron colegios agrícolas, pusieron la primera piedra de sedes del SENA, en fin.

 

Cristo en Morales

El contraste ante tanta euforia no se hizo esperar y podía venir de cualquier parte. De las cifras de desempleo donde dos (Quibdó y Popayán) de las cuatro capitales estaban entre las de más altas tasas en el país y todas por encima del promedio nacional. Claro las cifras son menores que hace un año pero siguen siendo de las peores del país. De Buenaventura donde se repiten las historias de casas de pique y desaparecidos que merecieron especiales de los medios de comunicación incluido este diario. De las cifras de acceso a internet que muestra a Chocó y Cauca dentro de los más rezagados.

Si, como parece ser, el Gobierno Nacional tiene la determinación de adelantar un Plan que transforme a la región será mucho lo que tiene que hacer, pero especialmente deberá no seguir haciendo lo mismo que ha hecho durante décadas que nos ha conducido al resultado que tenemos. La oportunidad es el Plan de Desarrollo cuya discusión formal comienza esta semana y uno de cuyos propósitos es “cerrar las brechas” especialmente entre las regiones.

El Instituto de Pensamiento Liberal dio a conocer un documento en el que propone incluir un capítulo nuevo en el Plan en el que se adopten medidas de corto plazo que sirvan para mitigar y cambiar la situación de las zonas más deprimidas de los departamentos del Pacífico y de algunas otras regiones del país.

Se trata de un catálogo de medidas simples y transitorias pero efectivas que buscan bajar el precio de los tiquetes aéreos a los destinos servidos por aviones pequeños, incentivar mediante subsidios la localización de empresas en las ciudades de mayores tasas de desempleo, promover la inmigración de docentes de alta calidad y de grupos de investigación acreditados en Colciencias, exigir que los eventos internos o externos que realicen entidades públicas lo hagan en esta región para –por ejemplo- dinamizar el Centro de convenciones de Popayán y generar empleo, patrocinar eventos deportivos que atraen turismo, dirigir las compras estatales a empresas que se localicen en la región y varias otras que pueden producir resultados rápidos y concretos, pero que especialmente cambian la lógica de siempre que se concentra en pedir obras y anunciar millonarias inversiones.

El Plan es una oportunidad para adoptar una política pública nacional de desarrollo territorial equilibrado que genere empleo real en Tumaco o en Guapi y para eso no habrá que esperar que se construya la carretera al mar, basta con ser innovadores, pero con entender que hay necesidad de crear un Fondo de cohesión social como el que crearon en la Unión Europea que tanto favoreció a países como España, Portugal y Grecia con niveles de desarrollo muy inferiores entonces a los de los demás países de la comunidad.

Santos estuvo en Guapi, pero por tratarse de un evento que forma parte de una estrategia de comunicaciones y no de un diálogo genuino para convenir políticas de desarrollo, su intervención se centró en mostrar los logros, que existen sin duda, pero su visita no sirvió para imaginar cosas nuevas, ojalá la discusión del Plan sea la oportunidad para hacerlo y ponerlo en marcha.