- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Al estrado
- Clasificados
- Especiales
La vida del experimentado fotógrafo se apagó, luego de padecer una serie de quebrantos físicos. La noticia se confirmó ayer en la tarde, cuando a su hija la llamaron del asilo donde permanecía este profesional de la imagen para comunicarle sobre el final de su progenitor.
“Sandra recibió la noticia y ella se fue atender esta situación en el lugar donde estaba, me quedé esta casa para cuidarla, se siente un vació porque él y su nieto la llenaban de carcajadas, disgustos y la pilatunas que hacían, pero desde hace aproximadamente tres meses tomaron la decisión de llevarlo al asilo, donde continúo recibiendo los cuidados médicos, por eso se siente este silencio”, sostuvo Luz Miriam Orozco, allegada, sin ocultar la tristeza por la partida de este retratista de la vida social, política y económica de la Ciudad Blanca.
Con su lente, por más de medio siglo, este hombre fornido y alto que con su noble profesión se coló en el acontecer diario de Popayán, registró la belleza, el desarrollo y las tragedias de su ciudad amada. Así lo dejó plasmado no solo en los innumerables negativos, copias y fotográficas con que cuenta, sino también con tres libros que narran con fotos, la historia contemporánea de nuestra ciudad.
‘El Mono’ había ‘colgado’ su cámara hace más de 15 años y sus últimos años de vida los pasó en su vivienda de El Empedrado. En ella, uno de sus cuartos estaba acondicionado como una especie de máquina del tiempo. En esa sala que era la preferida, sus fotografías tapizaban gran porcentaje de las cuatro paredes. Cada gráfica con un recuerdo que no se escapaba de la prodigiosa memoria del octogenario fotógrafo.
Comentarios recientes