El exitoso proyecto de recuperación del Planchón del barrio Bolívar de Popayán, adelantado por comerciantes, la misma Policía y líderes sociales, terminó desmantelado luego de la orden de las autoridades locales de acabar con las edificaciones que existían en el lugar, producto de un amplio trabajo comunitario.
Hay que recordar que dicho sector era una especie de Bronx patojo, donde prácticamente las autoridades locales no tenían injerencia, ya que era dominado por los habitantes de calle y consumidores de alucinógenos. Además, era un completo basurero.
Por eso, con la autorización de la pasada administración, se empezó un trabajo de recuperación de este lugar, para el beneficio de pequeños y medianos comerciantes del sector, el cual fue liderado por un integrante de la Policía, con el apoyo de su familia y de la comunidad.
Así, en menos de un año, el sitio pasó a ser un parqueadero, con baños públicos, bodegas para que los pequeños comerciantes guardaran sus herramientas de trabajo hasta un centro de vigilancia, luego de la instalación de 32 cámaras video. Atrás quedó ese ambiente deprimido, lúgubre, que era para convertirse en un espacio de uso público, custodiado por la misma comunidad.
“Se llegó a un grado de organización ciudadana que se expulsó a los consumidores de alucinógenos, así como a los expendedores para que la gente volviera usar hasta la calle y demás áreas que eran prácticamente dominadas por la delincuencia, todo bajo la supervisión y el visto bueno de las autoridades locales”, explicó Efraín Tapia, uno de los líderes que ayudaron a recuperar dicho espacio público.
El basurero, poco a poco, se fue convirtiendo en un parqueadero comunitario y el acceso vial empezó a cumplir su verdadera función, en beneficio de las personas que laboran en este espacio de la comuna tres. Incluso, y como forma de alcanzar la seguridad en la zona, entre todos recolectaron fondos para instalar un sistema de vigilancia con cámaras de video, lo que permitió que la seguridad retornara.
Incluso, fue tan exitoso este proyecto social, que el uniformado que lideró la iniciativa fue premiado por el mismo presidente de la República Iván Duque Márquez por dicho logro.
Luego llegó la actual administración, y en campaña, felicitó a la comunidad y a los líderes por el trabajo realizado, prometiendo un respaldo a la iniciativa.
Pasaron los primeros meses de este 2020. Después cambiaron las cosas. Ordenaron sacar a la familia que se instaló en el sitio para velar por la seguridad del espacio, quitar las cámaras de seguridad, los baños públicos y de paso el parqueadero, a pesar del clamor ciudadano de continuar con el proyecto.
“Teníamos la promesa del alcalde de adelantar una concertación para buscarle una continuación a este proyecto, para el beneficio de todos, pero no, la respuesta fue sacarnos violentamente y desmantelar el parqueadero”, agregó Efraín Tapia.
Frente a esta situación, y a raíz de un primer intento de desolado, la alcaldía explicó las razones de dicha decisión: “el terreno donde adelantaron el proyecto comunitario es público y unos particulares estaban sacando ya provecho económico del mismo, sacando ventaja a la necesidad de la gente de contar con esta clase de espacios. Por eso el desalojo, para que la alcaldía tomara de nuevo posesión del predio para darle paso un proyecto urbanístico”.
A pesar de esto, ahora lo que hay es un conflicto social en este punto de la comuna tres, por el ‘reversazo’ de las autoridades locales frente a esta iniciativa comunitaria. El final aún nadie lo sabe, porque se anuncian protestas por esta intervención.