El Ministerio de Defensa reportó que entre enero y noviembre de 2014 en todo el territorio nacional se registraron 697 actos de terrorismo, frente a 860 en el mismo periodo del 2013, mostrando una reducción del 19%. En el Cauca tal ‘dinámica bélica’ bajó en el sur, pero en las zonas nororiental y noroccidental las hostilidades se mantuvieron.
Por: Ferney Meneses Gutiérrez
Alianza agendapropia.com – El Nuevo Liberal
A pesar de que en zonas como Argelia, en el sur del Departamento se redujeron ostensiblemente los ataques de la guerrilla durante el año 2014, en comparación a lo ocurrido en el 2013, e incluso en el 2012, donde corregimientos como El Mango registraron hasta un ataque / hostigamiento por mes, el conflicto en el Cauca arreció en la zona norte, mientras que en el oriente fue Inzá el blanco de múltiples hechos violentos; y en el occidente, región Pacífico, se registraron una decena de hechos aleves siendo el ataque sin precedentes en la Isla de Gorgona, el que marcó la reciente historia de esta región colombiana.
En el norte las confrontaciones armadas, principalmente protagonizadas por la guerrilla de las Farc y la Fuerza Pública han sido constantes en los municipios ubicados sobre la Cordillera Central; Caloto, Corinto, Miranda, Toribío y Caldono principalmente. Una amplia zona montañosa que históricamente ha sido clave para el grupo insurgente ya que se convirtió en área de retaguardia, principalmente para el Sexto frente y las columnas móviles ‘Gabriel Galvis’ y ‘Jacobo Arenas’, adjuntas al Bloque Alfonso Cano, actualmente el más activo de la guerrilla.
Geográficamente ese amplió sector, que baja desde los límites con el Valle, garantiza la movilidad de las fuerzas rebeldes hacia el Pacífico, por donde dirigen el tráfico de narcóticos y munición, e igualmente es una vía de comunicación perfecta para interconectar sus estructuras desde y hacia el sur de Tolima y occidente del Huila.
La ofensiva
De acuerdo con el registró de la unidad investigativa de la Fundación Ideas Para la Paz – FIP, desde el 2013, “los integrantes de la organización guerrillera, además de desplegar una ofensiva contra la Fuerza Pública para mantener el control sobre la Cordillera Central, dominan gran parte de los cultivos de marihuana en Cauca, están involucrados en minería ilegal de oro y tienen en acuerdos de negocios con bandas de delincuencia organizada”.
Durante la ejecución de tal despliegue armado, el Sexto frente de las Farc cometió el violento ataque contra Inzá el 7 de diciembre de 2013, pero ocho días después anunciaron la tregua unilateral que iría desde el 15 de diciembre de ese año hasta el 15 de enero de 2014. Según los analistas para apaciguar las críticas por ese grave hecho en el que murieron nueve personas.
Una vez terminado el cese al fuego unilateral de la guerrilla, la Fundación Paz y Reconciliación presentó un balance del seguimiento de las acciones armadas del grupo insurgente en el citado periodo, encontrando que habían cumplido en un 95%. Sin embargo seis días después de terminada la ‘pausa’ en sus acciones, el 21 de enero de este año, el lanzamiento de un ‘tatuco’ que impactó una casa en zona rural de Toribío, dejó una mujer muerta y dos adultos más heridos. Las primeras víctimas del año, desafortunadamente.
Dos meses después la situación en el citado municipio se complicó. Los constantes hostigamientos de las Farc desde el 21 de marzo contra la población civil causaron el desplazamiento de cerca de 200 personas de la vereda La Mina. Y aunque la situación se calmó por varias semanas, en septiembre los tiroteos en las zonas rural y urbana de Toribío, sumándose Corinto, volvieron. Ezequiel Vitonás, alcalde de ese Municipio, manifestó que los enfrentamientos se presentaron de forma constante en las veredas Chimicueto y Albania, así como en el área de Tacueyó, mientras que en la zona urbana de la población los hostigamientos fueron contra el puesto de Policía.
A la par las estructuras guerrilleras, principalmente del Sexto frente de las Farc, perpetraron durante el mes de agosto atentados contra maquinaría utilizada en la pavimentación de la vía Transversal del Libertador, zona rural de Inzá, mientras que entre los meses de octubre y noviembre fueron instalados en un parque infantil y cerca de una escuela y un centro médico de San Andrés de Pisimbalá, artefactos explosivos no convencionales.
Los peligrosos elementos fueron desactivados por tropas de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército. Esas mismas unidades, a cargo del general Wilson Cabra Correa desplegaron operativos en coordinación con la Fuerza Aérea y Policía Nacional contra las estructuras de la guerrilla de la zona, y el 13 de octubre de este año se reportó la baja en medio de un operativo, de Héctor Lectamo Ramos, Alias ‘Machoman’, quien llevaba 15 años en las Farc. Junto al insurgente que se desempeñaba como jefe de la tercera compañía del Sexto frente, fueron abatidos tres guerrilleros más.
Entre las hostilidades
En medio de esa dolorosa dinámica de confrontación, las comunidades indígenas del Cauca continuaron pagando las consecuencias de las acciones de los grupos armados legales e ilegales durante el 2014. A pesar de la constante exigencia por parte del pueblo nasa por el respeto de su territorio y de su autonomía, los repetidos atropellos contra sus integrantes no se detuvieron durante el año que termina.
Entre los años 2012 y 2014, 307 miembros de la comunidad indígena fueron asesinados en el Cauca y las tres víctimas más recientes se registraron hace alrededor de un mes y medio. Pasado el mediodía del miércoles 5 de noviembre fueron asesinados Manuel Antonio Tumiñá, coordinador de la Guardia Indígena de Toribío; y Daniel Coicué, miembro de esa comunidad, en los alrededores de la vereda Sesteadero, a unos 5 kilómetros al norte de la cabecera municipal. Los hechos se presentaron cuando los nativos les solicitaron a varios milicianos bajar vallas alusivas al tercer aniversario de alias ‘Alfonso Cano’, máximo cabecilla de las Farc, abatido por el Ejército.
Ante la gravedad de lo sucedido, la comunidad emprendió la búsqueda de los agresores capturando a siete guerrilleros. En un hecho que fue calificado como ejemplar en el tema de la aplicación de la justicia, cuatro días después de sucedido el doble asesinato, los victimarios fueron juzgados en una multitudinaria asamblea indígena que determinó enviar a prisión en calidad de guardados a los 5 presuntos insurgentes adultos, aprehendidos por la guardia; deberán purgar penas de 40 y 60 años. Entretanto 2 de los detenidos al ser menores de edad, recibieron 20 fuetazos y fueron llevados a un centro de rehabilitación, y cuando cumplan su mayoría de edad se les realizará otro juicio.
En medio de ese proceso surgieron más amenazas contra la dirigencia indígena de la zona. Mientras se adelantaba el juzgamiento, 26 representantes de los cabildos de Tacueyó y Toribío, fueron amenazados de muerte. Ante ese oscuro paisaje miles de indígenas decidieron movilizarse.
El 25 de noviembre, cerca de 10 mil nativos de todo el Cauca marcharon desde Río Blanco, Panamericana norte entre Cali y Popayán, hasta el centro de la capital caucana exigiendo parar la ola de crímenes contra el pueblo. Eduardo Camayo, Consejero Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, dijo que se caminó pacíficamente con el objetivo de “exigirles al Gobierno Nacional y a los diferentes actores el respeto al territorio, a la autoridad indígena y asimismo el respeto a la vida y de igual forma exigir que en este caso incluya a todos los actores irregulares del conflicto en los diálogos y que por fin hoy podamos decir que el conflicto armado en el país ya se acabe”.
Las acciones de la Fuerza Pública
La intensidad del conflicto en esta región también se ha caracterizado por una importante ofensiva de la Fuerza Pública, cuyos operativos arreciaron desde la persecución a alias ‘Alfonso Cano’ en 2008, continuando con la activación a finales de 2011 de la Fuerza de Tarea Apolo, en el marco del Plan de Guerra Espada de Honor, que busca la neutralización de las estructuras guerrilleras en esta región.
-Marzo: En una operación coordinada entre Policía y Ejército, en El Tambo (Cauca), fue abatido alias ‘el Enano’, responsable de secuestros, extorsiones y ataques en la zona. Era cabecilla de la segunda compañía de la columna móvil ‘Jacobo Arenas’.
-Septiembre: En la vereda Tumaco (Cajibío), luego de una operación de infiltración fue abatido alias ‘Sábalo’, segundo cabecilla de la segunda compañía de la columna móvil ‘Jacobo Arenas’.
-Octubre: En zona rural de Silvia fue muerto en un bombardeo Héctor Lectamo Ramos, Alias ‘Machoman’, jefe de la tercera compañía del Sexto frente.
-Noviembre: Captura de alias ‘Demetrio’; cabecilla de Finanzas del frente ‘José María Becerra’ del Eln.
Según reporte de la Tercera División del Ejército en el departamento del Cauca se reportan al finalizar el año 402 capturas, 63 desmovilizados y 19 muertos en desarrollo de operaciones militares. Igualmente, las acciones militares desarrolladas en jurisdicción de esa unidad militar (Cauca, Valle y Nariño) golpearon la logística de los grupos insurgentes, Bacrim y a la delincuencia común, al incautar 187 armas largas, 365 armas cortas, 406 armas de acompañamiento, 2.436 granadas de fragmentación, y 76.920 cartuchos de munición. También se destruyeron 84 campamentos de la guerrilla y 220 caletas.
Asimismo la Tercera División en lo corrido del año, como resultado de las operaciones militares y las denuncias de la población civil logró “recuperar de las filas del terrorismo a un total de 63 menores de edad; 50 de Farc, 10 del Eln y 3 de Bacrim. El 29% más que en el 2013”.
La guerra no paró
En cuanto a las acciones de la guerrilla, estuvieron más por el lado de las emboscadas, lanzamiento indiscriminado de explosivos y el ‘plan pistola’. En medio de las hostilidades en total fueron asesinados 16 miembros de la Fuerza Pública, mientras que 26 resultaron heridos. Un total de 10 civiles, entre ellos una pequeña murieron, mientras que 28 más resultaron heridos, de acuerdo con los hechos registrados en el 2014.
El 21 de agosto del año que cierra, tres policías perdieron la vida en medio de una emboscada tendida por guerrilleros sobre la Panamericana sur, a la altura del municipio de Patía. Dos meses después, el 21 de octubre, otros dos uniformados fueron asesinados bajo el mismo modus operandi, ya en las afueras de Popayán. En Guapi, el lanzamiento de una granada mató a otro oficial en marzo, mientras que el comandante de la estación de policía de López de Micay fue asesinado por un francotirador, hace unas semanas.
Sin embargo el hecho sin precedentes se registró en la estación de Policía de Gorgona, luego de que el pasado 22 de noviembre, una cuadrilla guerrillera asaltara la isla asesinando al comandante asignado para ese lugar, e hiriendo a 7 efectivos más.
Ya en las acciones contra el Ejército, un ataque en conjunto entre el Sexto frente y la columna móvil ‘Jacobo Arenas’, contra tropas de la Tercera División dejó como trágico saldo la muerte de 5 militares el pasado 19 de diciembre en zona rural de Santander de Quilichao. Un soldado que había sido secuestrado en la acción fue entregado al CICR como ‘gesto de paz’, una semana después, en medio de una tregua unilateral e indefinida que inició el 20 de diciembre, paradójicamente, al día siguiente de la citada acción armada.
Los atentados contra la Panamericana siguieron
Durante el 2014 se registraron 5 acciones contra la infraestructura vial, tres más que en el año anterior.
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