En el año 2014, El Nuevo Liberal en la edición dominical del día domingo 7 de Septiembre publicaba la tercera parte de la serie llamada El conflicto Israel – Palestina, el titular de ese día fue: EREZT ISRAEL – el gran Israel, en el primer párrafo se hace mención al acuerdo que el 16 de mayo cumplió 100 años , el acuerdo Sykes-Picot o también conocio como el Acuerdo del Asia Menor.
En el párrafo de aquel domingo decía lo siguiente: “Al terminar la Primera Guerra Mundial, dos de las naciones del lado ganador, Francia y el Reino Unido, se repartieron el Oriente Medio ni bien el Imperio Otomano había sido derrotado, la manera tan vil como se realizó tal rapiña no fue en una mesa de negociaciones o mediante un tratado, esto había sido decidido ya en mayo de 1916, cuando la guerra no había acabado en un acuerdo secreto que le conoce como Sykes-Picot, en donde se le daba el control territorial a los británicos desde Gaza en Palestina hasta Kirkuk al noroeste de Irak y a Francia el control del Libano, Siria y Mosul en el Kurdistán iraquí, ya en 1920 en la Conferencia de San Remo se ratificó este acuerdo y la Sociedad de las Naciones le entregaba el mandato tanto a los Británicos como a los franceses para proteger más que nada los intereses petroleros”.
Pero ¿por qué se llegó a esta situación?, pues como toda historia tiene un inicio, transcurría el año 1912 y en el Londres del más rancio recuerdo victoriano se vivían una serie de transformaciones que a la postre definirían la futura supervivencia del Imperio británico; Winston Churchill lord del Almirantazgo toma la decisión que las naves del imperio ya no debían emplear más el carbón como fuente energética, se debía migrar al petróleo, la razón era que para mantener las calderas a pleno fuego de un barco de guerra había casi la misma cantidad de hombres que los que se empleaban en manejo de armamento, pero el Reino Unido tenía un problema y es que dentro de sus fronteras imperiales no habían los suficientes reservas de esta fuente, y depender de los estadounidenses o los rusos no era viable, entonces solo quedaba un camino: apoderarse de los abundantes yacimientos petroleros que estaban dentro de las fronteras del Imperio Otomano, en los territorios de las tribus árabes como las de Siria Septentrional y Meridional, el reino Heyez y la Persia.
Para realizar estos planes, los ingleses toman el control del negocio que años antes William Knox d’Arcy había creado, la explotación de petróleo en la región persa de Irán. Él había obtenido del Sha en exclusividad para la prospección y explotación de esta fuente energética, la rebautizan con el nombre de Anglo-Persian Company, que posteriormente se llamaría Anglo-Iranian y ya viendo sobre la historia más cercana a esta época conocemos a esa empresa como la British Petroleum.
La historia que conocemos de este infame plan es desde las lecturas que nos dejan las consecuencias sociales y políticas sobre el Oriente Medio, pero las luchas por el control del petróleo son las menos conocidas.
Uno de los personajes cuyo nombre más se menciona en el negocio del petróleo es el del señor August Deterding, nacido en Holanda, quién desencadenó la guerra de los precios del petróleo entre Rockefeller y él, esta guerra comercial ocasionaría que en el futuro la paz del mundo se afectaría.
Antes de la Primera Guerra Mundial, Alemania había emprendido una política en sus relaciones internacionales llamada Drag nach Osten, el empuje hacia el Este, haciendo uso real del artículo 22 del acuerdo suscrito con el Imperio Otomano en 1903, había ordenado que el Deutsche Bank sirviera en la financiación de las obras que permitieran que esta política se consolidara, una de esas obras era la construcción del ferrocarril que uniría Berlín con Constantinopla y además de eso tenía una concesión de 20 kilómetros a cada lado de la vía férrea.
Por otro lado, la concesión para la explotación del petróleo del imperio era con la creada Turkish Petroleum Company en 1911, en donde los accionistas eran: Deutsche Bank con el 25%; la Royal Dutch Shell con el 25%; y la Anglo Persian Oil Company con el 50%. En esta ocasión los intereses de las empresas norteamericanas quedaban por fuera, pero las ambiciones alemanas no eran solo llegar a Constantinopla, sino extenderse hasta Bagdad y al golfo pérsico por un lado y por el otro a Arabia y al mar rojo, el objetivo era adueñarse del mercado europeo.
Pero mientras tanto Deterding viendo que esta relación entre los turcos y alemanes le convenía para tener unos aliados contra Rockefeller, y jugando con el bando que más le convenía de acuerdo al momento, se valió de la amistad que tenía el sultán de Constantinopla con Alemania para sacar del juego a los norteamericanos de los pozos de Mosul y de Mesopotamia, y es en Marzo de 1914, cinco meses antes de la declaración de guerra del 28 Julio, cuando se firma un tratado que repartía así el petróleo: turcos el 75%, Inglaterra y el 25% restante para Prusia, (este 25% es el que los franceses se quedarían después de la guerra).
Pero ¿qué sucedía mientras tanto con los intereses de Inglaterra ya iniciada la guerra?, el Imperio Otomano ya se encontraba en una decadencia y controlar las vastas regiones con sus numerosas tribus, compuestas por los árabes, eran las que más peligro suponían a los intereses turcos y de esta condición se aprovecharon los ingleses. Pero no eran los únicos, también estaban apoyando los franceses, rusos y otros aliados que buscaban iniciar una revuelta independentista, y terminar con la creación de un reino árabe con capital en Damasco.
El enviado a pactar con los árabes el apoyo contra los otomanos fue coronel Thomas Edward Lawrence, un valiente galés que se desempeñaba como arqueólogo, oficial militar y diplomático en la zona (conocido en el mundo como Lawrence de Arabia); mientras él trataba de convencer a los árabes de la legitimidad de apoyar a los ingleses, por otro lado tanto Londres como París firmaban un acuerdo cuyo encabezado dice Acuerdo del Asia Menor, o conocido más por los dos sujetos que firmaron Mark Sykes, diplomático de la Oficina Británica de Guerra, y François George-Picot, diplomático francés.
Gran Bretaña y Francia no fueron los únicos firmantes de este acuerdo secreto, los detalles se finalizaron en la ciudad Petrogrado, en la aun Rusia zarista, y se firma el 16 de mayo de 1916. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia de aquel entonces, Serguéi Sazonov, jugó un papel clave en el contenido del acuerdo Sykes-Picot, el pacto hablaba de la existencia de un futuro “Estado árabe” o “una confederación de Estados árabes” pero nunca de cuáles serían sus fronteras.
Y mientras tanto, 100 años después el Oriente Medio se encuentra inmerso en una guerra cuyo origen se encuentra en las ambiciones coloniales de las potencias europeas.
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