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La semana que termina dejó entrever problemas preocupantes para el sistema educativo de la comarca. Protestas a granes en Piendamó, Morales, Sotará, Piamonte y Sucre, la mayoría de ellas relacionada con la mala prestación del servicio de restaurante escolar, evidencian que la calidad educativa se está minando, ya que suman a otras que tienen que ver con la deficiente infraestructura de las edificaciones y con las ya consabidas ausencias en plazas docentes para muchas instituciones del Departamento.
Todo lo anterior, agravado con el reciente caso del estudiante de un colegio de la zona rural de Bolívar que murió cuando le cayó encima una estructura que oficiaba como cancha en un polideportivo de la zona (a todas estas alejado de la edificación que funge como colegio que como muchas instituciones rurales del Cauca no cuenta con área deportiva o de recreación para los estudiantes), se visibiliza cuando la Secretaría de Educación Municipal realizaba un foros sobre cómo va la educación rural en el Cauca. Sin duda alguna un espacio académico de gran valor porque dio a conocer experiencias valiosas en algunos colegios, pero que no relacionó en ningún momento toda esta clase de impases que van en detrimento de la calidad educativa de nuestros niños y adolescentes residentes en áreas rurales caucanas. Impases que a propósito, se repiten cada vez cada año escolar, ya sea a cuando comienza el periodo escolar, o cuando está terminando.
Es pertinente entonces preguntarse, ¿Qué pasa con la educación secundaria pública en el Cauca? ¿Qué pasa con el llamado Plan de Alimentación Escolar que no ha dejado de presentar fallas en los casi 8 meses que llevamos de periodo académico en 2018?
Todos estos interrogantes ponen de relieve una gran inequidad que hay en nuestra sociedad, a la que debe ponérsele punto final: los estudiantes de colegios oficiales, además de todo, reciben conocimiento de deficiente calidad y ello es muy grave; durante siglo y medio la educación pública fue de gran calidad y debe recuperar tal nivel, debemos desnudar lo que ocurre, sus causas, superar tales baches pues el país no puede lanzar al abismo a generaciones enteras de colombianos que por culpa del Estado reciben educación de poca calidad frente a la que reciben otros.
En el Cauca debemos tomar conciencia de que la única forma de salir del atraso es impartiendo educación de alta calidad a las nuevas generaciones. Todo lo que se invierta en ello es poco y solo generaciones a las que se les de educación de óptima calidad lograrán sacar al país de la postración.
Son situaciones a las que hay que ponerles el ‘pecho’ y que no deben esconderse tras la comodidad de actividades que se realizan en la capital del Departamento, visibilizando todo aquello que se hace de buena forma y que al final, es la tarea por la que debe propender los entes que rigen la educación pública en nuestra región.
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