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Muy preocupantes resultan las denuncias efectuadas por veedores y padres de familia, en relación al servicio que presta el operador del PAE Pacific Internacional en varias instituciones educativas de la capital caucana.
Las pruebas expuestas por las veedurías, en las que participan activamente padres de familia a cuyos hijos les afecta el deficiente servicio de comedor escolar, dejan entrever la falta de control para con la empresa contratista, de la que, antes de entrar a Popayán, ya se le conocían de irregularidades en otras municipalidades del Departamento.
Es denigrante observar la cantidad y calidad de los alimentos que reciben muchos de los estudiantes en las instituciones educativas en las que el cuestionado operador tiene injerencia. Un solo vaso de aguapanela o colada con algo de leche, panes duros y al borde de caducar, carne en mal estado y escasos productos que no alcanza para prepararle las raciones al número de jovencitos que llegan a su institución supuestamente para alimentarse sana y adecuadamente.
A lo largo de semestre, El Nuevo Liberal ha venido dando a conocer una serie de informes sobre las denuncias en contra del servicio que presta el operador. Desde marzo por ejemplo, se mencionaba sobre la mala calidad de los alimentos y que no tenían nada que ver con el menú programado para los estudiantes, queja que hoy por hoy sigue siendo una constante.
Es inadmisible que todas estas denuncias, surgidas desde tres o más meses atrás, tengan que reventar ante la opinión pública para que la administración municipal las tenga en cuenta y sin salir a defender al operador. En tal sentido recordamos que hace casi un mes, desde la Alcaldía se emitió un boletín de prensa en el que señalaban que el proceso con el PAE en Popayán marchaba a las mil maravillas y sin ningún tipo de inconvenientes. Asimismo, en el mes de abril de este año, en el concejo de Popayán se hicieron las primeras denuncias, pero el mismo secretario de educación del municipio, Julio César Pito, relacionó las falencias con el bloqueo a la vía Panamericana durante la protesta indígena.
El mea culpa le cabe también los entes de control que igualmente reaccionaron cuando los medios dieron a conocer las irregularidades. Pareciera que antes que las denuncias se dieran a conocer a la opinión pública, estas no existían y la normalidad reinaba con el operador.
Eso sí, es de reconocer, que aunque algo tarde, la Personería tomó ‘cartas en el asunto’, solicitando a la administración municipal la caducidad del contrato al operador Pacific Internacional de la ciudad de Cali.
Se aguarda pues qué, en principio el operador acalle todas estas denuncias, cumpliendo cabalmente con su labor, que recordemos, surge de un millonario contrato de 3.900 millones de pesos firmado en febrero de este año. Segundo, que el alcalde que debe ser nombrado de una terna debido a la suspensión de Gómez Castro, se apersone de esta situación y brinde en el medio año que tiene de gobierno, las garantías necesarias para que los estudiantes reciban verdaderos complementos alimenticios en sus colegios; y tercero -que le caben también a las operaciones del PAE en todo el Cauca-, que las investigaciones que adelantan los entes de control lleguen a verdaderas conclusiones a fin de garantizar que el servicio, pagado con el erario, se cumpla a cabalidad.
Es menester decir que el Programa de Alimentación Escolar tiene un gran impacto en materia social y económica a nivel regional y local. De allí que debe ser protegido al máximo para garantizar su eficiencia, funcionalidad y transparencia. Fallar en ese propósito, con el nuevo modelo de blindaje, sería absolutamente imperdonable.
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