- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Clasificados
- Especiales
Una de las razones por las que extensas zonas del territorio nacional han caído recurrentemente en manos de fuerzas irregulares a lo largo de decenios y en ellas se hayan creado “paraestados” al lograr los levantiscos reemplazar ante la comunidad las funciones de las autoridades estatales, es la falta de carreteras secundarias y terciarias que integren a la economía y a la vida nacional a quienes viven en tales lares, para que puedan sacar sus productos agrícolas a los mercados, recibir asistencia en salud, educación, etc.
Y por supuesto que nuestro departamento no es la excepción. Zonas como el nororiente, el sur y el suroccidente, el Macizo Colombiano y el noroccidente cuenta con poblados a los que llegar es casi una odisea debido a las vías que los comunican y que buscan su conexión con la Panamericana.
Mientras no ejecute el Estado una política seria en tal materia, que comprenda tanto la construcción como el mantenimiento de vías secundarias y terciarias, no habrá paz en nuestra patria.
El Banco Mundial ha hecho recomendaciones al respecto. Manifiesta dicha entidad que a ello se debe asignar un presupuesto no menor del 0,4% del PIB al año durante la próxima década; pese a tal indicación, a ese menester se dedica al año menos del 0,1% del PIB.
Más aun, el problema no es solo del Estado central. En tal falta de visión también incurren los entes territoriales, es decir, los departamentos y los municipios. La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) considera que la poca asignación de recursos estatales para tal frente tiene que ver con poca claridad de competencias que hay en los distintos niveles del Gobierno, la falta de capacidad técnica y de gestión de las entidades territoriales y a la no destinación de suficientes recursos para reparación y mantenimiento de las vías que están bajo la competencia de Invías.
Próximamente lanzará el Gobierno Duque un programa para construir y mejorar el estado de las vías terciarias del país y asignará a ello más de $ 500 mil millones de pesos. Debe resaltarse que no será la primera vez que se emprenda tal tipo de políticas; en las anteriores oportunidades, infortunadamente, a poco andar el entusiasmo se ha diluido, como el agua por entre los dedos de una mano y nunca se ha logrado avanzar lo suficiente.
La necesidad está creada, tiene el actual Gobierno central el propósito de actuar, ojalá el entusiasmo no se deslía tempranamente y al ejecutar lo planeado se mire y actúe en lo que en tiempos pasados se llamaban los Territorios Nacionales.
Comentarios recientes