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Instituciones educativas en precario estado, falta de nombramiento de docentes y una dudosa prestación del servicio del Programa de Alimentación Escolar, PAE; son algunos de los males que enfrenta, a diario, la educación de miles de jóvenes en el territorio caucanos.
En los últimos días estudiantes de una Institución en Piendamó protestaron por la falta de un sicólogo en su institución. En Popayán en tanto, los educandos de un colegio en El Mirador se manifestaron con medidas de hecho porque falta un docente en la sección primaria.
Asimismo, hace un par de semanas, profesores y estudiantes de un colegio de Timbío llegaron hasta la Secretaría de Educación Departamental para reclamar por un docente de matemáticas, la vigilancia para la institución, pupitres nuevos y arreglos locativos a la edificación, ya que una escalera y los techos de varios salones están en lamentable estado, generando peligro para los muchachos.
En el pasado reciente, también ha sido noticia las enormes dificultades para contratar, a comienzo de cada semestre, la alimentación escolar y el transporte escolar. Un verdadero dolor de cabeza para las administraciones locales y seccionales. En el caso particular del transporte, la dificultad radica en que los requerimientos técnicos de los vehículos los hacen en los cómodos escritorios del Ministerio de Educación en Bogotá, por funcionarios que no tienen la menor idea de cómo se transportan los jóvenes en las escarpadas cordilleras colombianas. No saben por ejemplo, que muchos van colgados en verdaderos racimos encima de los camperos, para llegar a estudiar.
Con la implementación de la Jornada única también surgieron otros desafíos. Las viejas edificaciones oficiales no contaban con los restaurantes para que los jóvenes tomaran sus alimentos cómodamente; amén de otros inconvenientes.
No sabemos con exactitud en qué condiciones físicas están las edificaciones de escuelas y colegios rurales del Cauca, aunque por lo denunciado por los jóvenes de Timbío, creemos un alto porcentaje dejan mucho que desear. Hay que reconocer la inversión millonaria del actual Gobierno departamental en la reparación de varias infraestructuras. Los próximos gobiernos deberán hacer una gran apuesta en la reconstrucción de esas escuelas y colegios. Además, será clave la dotación de mobiliario, laboratorios y todo el soporte tecnológico para brindar educación de calidad.
Modernizar la infraestructura y avanzar hacia la Jornada Única serán los desafíos puntuales y las principales apuestas de los próximos gobiernos; porque una adecuada formación significará una generación de mejores tolimenses apasionados por el conocimiento.
Proveer docentes en cada una de las áreas a las instituciones que imparte conocimiento debe ser una gestión de primer orden cuando de garantizar la formación adecuada se trata. Esa es la exigencia mínima para el cumplimiento de metas educativas.
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