#editorialelnuevoliberal Patrimonio arquitectónico y prevención

Las imágenes de la Catedral de Notre Dame en llamas en el corazón de París unieron a todo un planeta en el dolor y la impotencia, al ver cómo un patrimonio de la humanidad, testigo vivo de más de 850 años de existencia, desaparecía ante los ojos de todos. Este hecho hizo reflexionar a muchos que existen patrimonios que sencillamente son irrecuperables y no hay nada que pueda suplir su valor histórico.

Aunque el incendio de Notre Dame es un hecho excepcional y doloroso, muchos de nuestros patrimonios han sido destruidos también de manera sistemática ante el silencio de todos. Muchas veces los mismos ciudadanos no somos conscientes del valor que tienen las construcciones históricas y de cómo cada vez que cae una edificación patrimonio cae tras de sí la historia de toda una nación, un daño irrecuperable.

En Popayán, el cuidado a todo el patrimonio arquitectónico colonial ha sido mucho más riguroso de parte de las autoridades, en especial las del renglón nacional; no obstante, a cuenta gotas hemos visto como se mancillan varias edificaciones cuyos actuales propietarios intentan convertir en locales comerciales, desasiéndose de espacios físicos internos que hacían de dichas construcciones, únicas y por tanto especiales.

Infortunadamente este rigor histórico, patrimonial y cultural no se aplica para otras localidades de nuestro Cauca, e incluso en otras zonas diferentes al Sector Histórico de la capital. Para muestra de lo anterior podemos hablar del deterioro de monumentos tales como el Molino del Sabio Caldas en Paispamba, los puentes de arco ubicados en varios municipios, incluyendo al del Alto Cauca en Popayán que día a día está siendo desmantelado ante la mirada impotente de la ciudadanía; los templos católicos y capillas doctrineras y de casonas históricas de todo tipo en varias localidades caucanas a las que no se les presta atención alguna y que caen a pedazos, desapareciendo la historia de lo que fue el inicio de cada una de ellas.

Ojalá despertemos la conciencia del valor de nuestro patrimonio histórico y defendamos como ciudadanos su preservación.

Por ahora, y mientras nos lamentamos de lo sucedido con ese ícono religioso y patrimonial de la humanidad, en Popayán los cuerpos de socorro propenden para que toda construcción o establecimiento público que tenga masiva concurrencia sin control debe contar con un plan de emergencia y seguridad con normas de seguridad mínimas que exige la ley para minimizar y evitar los riesgos. Se asegura en tal sentido, que en los templos católicos se ha avanzado por iniciativa de los mismos sacerdotes, pero en conjunto no hay planes de emergencia, ni política de riesgos que puedan minimizar la posibilidad de una emergencia similar a la vivida en la capital francesa.