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La inseguridad se ha tomado las calles de los principales barrios de Popayán, y la comunidad está desesperada porque han aumentado los robos a negocios y los atracos, y aunque también han aumentado las capturas, estas no han logrado reducir la sensación entre la gente de que sus vidas corren peligro diariamente cada vez que están fuera de sus casas y aún dentro de ellas.
Los índices delincuenciales en Popayán, por lo menos los oficiales, se mantienen mes a mes, por así decirlo, estables, pero no pasa lo mismo con la percepción de seguridad que se respira en la ciudad, la cual crece como espuma, mucho más cuando se conocen de toda clase de hechos con violencia incluida.
Y no es para menos ya que en los últimos días, quienes vivimos en Popayán hemos visto un incremento significativo y, por supuesto, muy preocupante de la inseguridad en la ciudad. Se han producido toda clase de hechos, que van desde el asesinato de un joven que no quiso dejarse robar el celular, asonadas contra la fuerza pública balaceras con heridos, atracos a sedes de apuestas y fleteos, además de los recurrentes asaltos a personas, robos menores, heridos en riñas, etc.
La percepción general es que la inseguridad ha estado en aumento. No cabe duda de que uno de los aspectos más sensibles en la vida de las ciudades es la seguridad, en tanto esta se relaciona con los aspectos más personales de sus habitantes como su integridad, la protección de sus bienes, incluso la conservación de la vida misma y si bien hace ya tiempo Popayán dejó de ser esa comunidad serena y cívica, en lo que tiene que ver con las acciones de la delincuencia, la verdad es que comenzamos a ver que las cosas están superando lo soportable.
Los payaneses, como lo han hecho saber por distintos medios, hoy perciben una alta inseguridad, es decir, independientemente de lo que digan las cifras, que son una referencia de la situación, lo que afecta el ánimo y la calidad de vida de las personas es su percepción de la situación, porque eso es lo que las hace sentirse calmadas o asustadas cada vez que salen a la calle y en percepción de la seguridad hemos desmejorado ostensiblemente en estos últimos meses.
La gente necesita que se le den condiciones confiables y, aparte de zonas en el sur y el suroccidente, donde parece que se deteriora profundamente este aspecto, hay sectores de la periferia de la ciudad que también se sienten como peligrosos para los ciudadanos.
Es urgente que las acciones del Estado sean y se vean contundentes contra la delincuencia, para que todos podamos recuperar la tranquilidad que, por ahora, se siente perdida.
La gente desea fervientemente éxitos en el restablecimiento de la seguridad ciudadana, evidentemente, creemos que es una ardua labor y es normal que generen discrepancias, críticas y señalamientos, pero al fin y al cabo, con sensatez y ponderación se tratará de buscar soluciones a los graves problemas que se afronta, en vez, de tener objeciones estrechas que nada tienen que ver con las angustias y los anhelos de la sociedad.
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