En un escueto anuncio hecho durante la apertura de sesiones ordinarias del concejo de la ciudad, el alcalde de Popayán, Juan Carlos López, dijo que la capital caucana comenzará el proceso de vacunación contra el Covid-19 en el próximo mes de febrero. El mandatario no entregó más detalles al respecto, dejando interrogantes sobre el número de vacunas que llegarán y cómo se ejecutará el procedimiento para abarcar toda la geografía payanesa.
Es de suponer entonces que el personal hospitalario sería el primer grupo poblacional en recibir la vacuna, junto con los mayores de 80 años. Deberían ser pues varias fases que deben completarse en lo corrido del 2020 donde se incluya primera de vacunación para las personas entre 16 y 60 años con comorbilidades como cáncer, diabetes, Epoc e hipertensión, que los hacen más vulnerables a la enfermedad y otra para el resto de la población. Es de precisar que se requieren dos dosis por persona, es decir con este número de vacunas se inmunizaría menos del 50% de los caucanos.
Para el departamento del Cauca, aun no conocemos ninguna noticia, aunque aguardamos que las autoridades de salud estén analizando todo este procedimiento que, según lo que hemos conocido, no es nada fácil implementarlo.
Será una gran responsabilidad la que deberán enfrentar las autoridades sanitarias de la ciudad, extendida claro está a las del Departamento para que la vacunación se cumpla como se ha establecido. Los retos iniciales tienen que ver con el transporte y el almacenamiento a la temperatura requerida, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 50% de las vacunas se pierden por interrupción de la cadena de frío o por deficiencias en el transporte.
El desafío inicial más importante, una vez que lleguen las vacunas, es preservar la cadena de frío. En el caso de las vacunas de Pfizer estas deben mantenerse a una temperatura de cerca de -70 grados centígrados y una vez descongeladas se pueden preservar durante cinco días en una temperatura entre 2 y 8 grados. Es decir, que debe existir una logística adicional que permita tener identificada la población que será atendida, sobre todo, los mayores y los que tienen comorbilidades, especialmente en las zonas más apartadas del departamento.
¿Cómo serán vacunados los mayores de 80 años que residen en veredas distantes a ocho o nueve horas de los centros poblados? ¿Llegarán a sus casas? ¿Les pedirán que se desplacen a las cabeceras municipales? Quienes hagan parte de la población de riesgo, pero no están afiliados al régimen contributivo o subsidiado ¿serán vacunados? ¿El Departamento ya dispone de los lugares adecuados para la disposición y almacenamiento de las vacunas? ¿Y para transportarlas hasta los municipios más alejados?
Es una tarea de gran envergadura la que le espera a la Secretaría de Salud. De su eficiencia depende no solo la salud de los caucanos, sino también crear las condiciones para que la región retorne a la normalidad, con el fin de que se pueda facilitar la tan esperada reactivación económica.