En los últimos días, decisiones relacionadas con la movilidad vial en la capital caucana han causado gran polémica. En principio, el cambio de sentido de la carrera 5, medida que se tomó a comienzos de la actual administración. Luego vino el cierre de un retorno en la calle 13 con carrera 10 y la última, el cierre de una de las entradas de la glorieta de La Chirimía, al sur de la ciudad.
Es clara la determinación del secretario de Tránsito para asumir estos cambios, los cuales siempre van dejar inconformidad entre la ciudadanía. Son sin duda alguna, argumentos fuertes que bien analizados, justifican sus decisiones. Hablamos de la intervención en cruces o zonas viales peligrosas, donde la accidentalidad es alta y por ende el número de muertos o lesionados también es preocupante. Además, cambios similares están siendo planeados en cruces de las carreras 9, 17, 5 y 6 y en un sector del Centro Histórico, según anunció el secretario de Tránsito municipal.
Sobre la última de las determinaciones, en el sector de La Chirimía, hay que decir que se acierta en el reacomodo de la movilidad en énfasis de la autopista Panamericana, arteria vial a la que agilizaron notablemente, evitándole los trancones que habitualmente se generaban en horas ‘pico’ por el alto volumen vehicular. Ahora, quienes mostraron su desacuerdo con la medida, aseguran que lo que se hizo fue trasladar el trancón a otros cruces. Este grupo de ciudadanos, coincide en que un semáforo hubiera sido la solución más adecuada. Para otros entre tanto, antes que cerrar accesos, se debería de pensar recuperar las vías lentas de la Panamericana. Recordemos que en inmediaciones de la glorieta en mención, las vías paralelas no operan ya que han sido tomadas por la Unidad de Reacción Inmediata y el comando de la Policía Cauca frente al Inem. En argumentos se le suma el de recuperar el pavimento de las calles aledañas a la entrada desde el sur. En este sentido, se dice que volver funcional estas vías sería un gran alivio para quienes intentan salir hacia el sur, sin necesidad de tomar el paso por la glorieta.
Para nosotros, cualquier decisión que se hubiera tomado hubiera causaría escozor en algún sector de la ciudadanía. Decisiones de ese tipo hay que tomarlas, mientras de verdad provengan de estudios o análisis serios y que en verdad garanticen, además de la movilidad, la seguridad de las personas.
Igualmente pensamos que este tipo cambios hay que socializarlos con la comunidad y anunciarlos a través de medios de comunicación y con la instalación de pasacalles en las zonas aledañas a las que se van a intervenir. En ese punto, la secretaría de Tránsito ha pecado, no solo en el caso de la Chirimía, sino también en el cambio de sentido de la carrera 5 y el cierre del retorno de la calle 13 con 10. En aquellos puntos, los cambios solo se conocieron cuando ya estaban ejecutados.
Se espera pues, que nuevos cambios que se realizarán en la movilidad de la ciudad y fueron anunciados por el secretario de Tránsito en medios radiales, cumplan con esas condiciones; pero que además tengan en cuenta las ideas u opiniones argumentadas y respetuosas de los ciudadanos, quienes al fin y al cabo, son los que tienen que adaptarse a los movimientos con que muchas veces amanece la ciudad.
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