Con buenos resultados se cumplió este martes la nueva versión del día sin carro y sin moto en Popayán, jornada de más de 12 horas que aprovechó el día internacional de la bicicleta para darle relevancia a ese ícono de dos ruedas, cuya fuerza motriz son los pies de las personas.
Esta vez la norma fue acatada por la mayoría, aunque no faltaron los indisciplinados que cayeron en los puestos de control de la Policía. Hasta el cierre de este escrito, más de 300 conductores de motos y automóviles habían violado la norma.
Se terminó, entonces, asimilando la perspectiva amigable con el medio ambiente, ya que se participó de una u otra forma, en una jornada cuya filosofía es bajar los niveles de contaminación y promover el uso de la bicicleta al igual que el transporte público.
Aunque no se conoce a fondo la evaluación de la jornada en cuanto al impacto en el medio ambiente o en molesto ruido citadino, sí fue palpable el ver en detalle, las calles sin trancones, con ciclistas pedaleando, al igual que peatones tranquilos y disfrutando del soleado día; otros en los paraderos, aguardando la ruta que los llevara hasta el lugar requerido y otros más, aprovechando las actividades lúdicas y deportivas, preparadas especialmente por diversas entidades gubernamentales para jornada.
La jornada también dejó en evidencia el urgente cambio del parque automotor en el servicio público, ya que aunque el día sin carro y sin moto crea cultura ciudadana, también pone en evidencia que gran parte de la contaminación del aire citadino proviene de buses y micros.
Tener un solo día al año en el que se pueda fomentar el uso de los transportes públicos y hacer conciencia sobre la necesidad de bajarle la carga de contaminantes a la atmósfera, es muy importante para cualquier sociedad.
Este día sin carros y motos, sirvió igualmente para darnos cuenta que es posible mantener la normalidad sin depender de los automóviles particulares. Eso sí, tras hacer el balance, queda en el ambiente (no nos cansamos de ser reiterativos) la posibilidad de que si existieran ciclo rutas en buen estado, pues muchos de seguro van a retornar a la bicicleta con más frecuencia para llegar de un sitio a otro en la ciudad.
También se debe pensar en ampliar los andenes, revisar el estado físico y mecánico de los vehículos de servicio público, ampliar las rutas y avanzar en la consolidación del Sistema Estratégico de Transporte para que fechas así de verdad cumplan con su objetivo.
Y aunque los inconformes -que no faltan- protestaron asegurando que el ambiente no se pueda descontaminar en un solo día y que el comercio se vio afectado, pues simplemente son más los que creen que la medida fue muy buena para los payaneses.
Es claro además que con esta jornada se demostró que se puede mejorar la cultura cívica, cuidar el entorno y rescatarlo de la contaminación visual y del ruido y sobre todo, aplicar acciones desde la administración municipal tendientes en defensa del ciudadano común y corriente, representado en el peatón y en el ciclista.
Con el ‘Día sin carro y sin motos’, Popayán demostró una vez más que se pueden hacer cosas grandes para beneficio general, pensando no solo en el futuro a corto plazo sino también en que la ciudad seguirá creciendo y albergando a muchas de nuestras futuras generaciones.
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