Conversatorios Solidarios que llevaron a que la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes convocara, el día de ayer, a un Debate de Control Político, bajo el título: “Economía Solidaria: Sector Cooperativo y COVID-19”, al que se citó al Ministro de Hacienda, al Ministro de Agricultura y Desarrollo Social, al Ministro de Comercio, Industria y Turismo, al Ministro de Trabajo y al Superintendente de Economía Solidaria, al cual asistieron: la Bancada de la Economía Solidaria del Congreso de la República, conformada por Senadores y Representantes de los diferentes grupos y partidos políticos, así como representantes del sector solidario, entre los que se destacan Confecoop, Ascoop, la Asociación Nacional de Fondos de Empleados, las Asociaciones mutuales, la Federación Nacional de Cooperativas de ahorro y crédito, Coocentral, Multrasan, Coomeva, Colanta, Cooperativa Financiera de Antioquia, Coonapro, la Equidad, Fundación para el desarrollo del cooperativismo caficultor, Copidrogas, Coomotor, entre otros.
Coincidieron los distintos participantes en el Debate sobre la importancia del sector de la economía solidaria, no solo en su acción en el actual periodo de la pandemia, el cual sin lugar a dudas es fundamental, sino en un futuro, cuando todo esto haya pasado, ante las falencias presentadas por el modelo económico actual, las cuales el COVID-19 develó de manera preocupante; falencias caracterizadas por los altos niveles de inequidad y profundas brechas sociales, informalidad en el empleo e índices de pobreza muy elevados, en virtud de que las organizaciones de economía social y solidaria surgen como alternativa para invertir la ecuación empresarial predominante hoy, en donde la rentabilidad económica esta sobre el bienestar y la prosperidad de las comunidades.
En Colombia, a fuerza de muchas situaciones e intereses económicos y políticos, se ha invisibilizado el sector de la economía solidaria, sector muchas veces estigmatizado por prácticas inadecuadas de algunas entidades del mismo o de algunos dirigentes, soslayando el sin número de experiencias e impactos positivos que la gran mayoría de cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales han tenido en favor de millones de asociados por décadas, lo que ha permitido que hoy estén vinculados a este tipo de organizaciones más de 23 millones de personas incluyendo las familias de los asociados, generando como es natural una importante dinámica económica en el país y en la solución de múltiples necesidades de sus agremiados, contribuyendo a la construcción de tejido social en los sectores más deprimidos económica y socialmente, razón más que suficiente para que el gobierno nacional gire 180° su visión sobre este sector.
Quedó claro en el debate que, en correspondencia con el espíritu del Plan de Desarrollo: Un pacto por Colombia por la equidad, se haga realidad, como lo planteó el Ministro del Trabajo, refiriéndose a la reglamentación del Artículo 164 del Plan, que se viene trabajando con la mesa de concertación entre representantes del sector gubernamental y el de la economía solidaria, a través de la promulgación de una verdadera Política Pública para el Sector Solidario, tal que dignifique este tipo de organizaciones y las empodere en las dinámicas económicas y sociales del país. Todo el sector cooperativo y solidario está a la expectativa de este trascendental hecho.