Desde el año pasado, el Dane aplica periódicamente una encuesta que denominó Pulso Social, con el fin de medir el impacto de la pandemia en los hogares colombianos y, con base en la información obtenida, trazar pautas y tomar decisiones que favorezcan la reactivación económica. La última ronda, realizada entre el 7 de diciembre y el 3 de enero, revela el pesimismo y las complicadas circunstancias por las que atraviesan los payaneses.
He aquí algunos de los resultados más relevantes: el 75.9% de los encuestados indicó que su situación económica es peor que el año pasado y más del 50% cree que no mejorará para el 2022; más del 95% respondió que sus posibilidades son menores para comprar muebles o aparatos electrodomésticos; 81,4% señaló que no podrá adquirir ropa, zapatos y alimentos; 87,9% dijo que este año ningún miembro de su familia podrá irse de vacaciones por falta de dinero; el 98,3% no contempla adquirir un automóvil en los próximos dos años, mientras que el 84,6% asegura que no podrá comprar, construir o remodelar vivienda; el 60,1% no puede ahorrar; 10,4 % no tiene la posibilidad de comer tres veces al día y 14,9 % de los niños no pudo desarrollar sus actividades escolares porque carecen de los dispositivos tecnológicos o su hogar no cuenta con internet.
A grandes rasgos, e incluyendo el pesimismo por la situación del empleo en la ciudad, en el que más del 73% de los encuestados cree desmejorará, este es el desolador panorama expuesto por los payaneses que seguirá empeorando si no se da un timonazo para enderezar la maltrecha economía local.
Aunque la información que entrega el Dane es una base para acertar en la elaboración de políticas, planes y programas de desarrollo, también puede resultar en un desperdicio de recursos si los gobernantes no hacen uso de ella. ¿Los dirigentes locales le estarán haciendo seguimiento a esta encuesta? ¿La información ha sido utilizada definir alguna política? ¿Han evaluado el impacto de las medidas especiales que se han adoptado en el marco de la pandemia?
Es hora de que el promocionado trabajo en equipo de la Gobernación y la Alcaldía comience a dar frutos. La reactivación de la economía ha de ser la meta en la que se empeñen los mandatarios, pues, como se pone de manifiesto en el informe del Dane, la situación de los payaneses es alarmante y se asemeja a la de una olla a presión a punto de explotar.