Mientras gran parte de Colombia estaba inmersa en una convulsionada etapa de protestas ciudadanas que se han extendido por varios días, en las que el punto central de los reclamos fue el proyecto de reforma tributaria y de otras propuestas legislativas que enfrentan al rechazo de la gran mayoría del país, se conocieron las cifras oficiales de pobreza, que fueron otra pésima noticia para el gobierno del presidente Iván Duque y para todos los colombianos.
Es cierto que el mundo entero espera una crisis económica de gran consideración, luego de los estragos que a la economía causaron las rígidas medidas para contener la pandemia de Covid-19; sin embargo, la situación en Colombia comienza a adquirir dimensiones verdaderamente graves, al conocerse que la pobreza monetaria, de 2019 a 2020, aumentó 6,8 puntos porcentuales y llegó 42,5% en el país, lo que, sin duda, plantea en el futuro inmediato quizás el mayor reto que ha tenido el actual gobierno.
Pero si el país nos preocupa porque la pobreza monetaria aumentó en 6,8%, en Popayán y el Cauca la situación debe llamar a alarma, por cuanto nuestra comarca ha sido castigada por este fenómeno negativo con un aumento de la pobreza monetaria de 6%, similar al promedio nacional.
Pero si en porcentaje la cifra es alarmante, en números brutos es prácticamente dolorosa, según el Dane la línea de económica de ingreso en situación de pobreza monetaria en 2019 era de $115.224 y en 2020 fue de $131.466, la diferencia es de 16.242 pesos. En el Cauca fue de 849.786 en 2019 y en 2020, 799.952, datos que hablan con toda elocuencia de la manera como se ha profundizado la crisis económica en la ciudad, lo que nos da la medida de la necesidad de acertar en la mayor medida posible en el esfuerzo de reactivación económica que, en realidad, todavía no comienza. Si bien es cierto que la pandemia es un factor externo sorpresivo y desastroso y que las condiciones económicas se dan al cabo de procesos de años, también es cierto que los alcaldes en el departamento es a quienes les corresponde tanto la emergencia sanitaria, como ahora el desafío de sacar sus localidades de la difícil situación en que se encuentra, un esfuerzo en el que, con seguridad, van a encontrar la participación de todos. De esta situación podremos salir bien y rápidamente, si se ejerce con oportunidad y acierto el liderazgo que todos esperamos de nuestros gobernantes.