Editorial: La Coccam, unidad para el bienestar del campo

Un hecho sin precedentes tendrá lugar este fin de semana en el departamento del Cauca. Se trata del lanzamiento de la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam), que se cumplirá este 27 y 28 de enero buscando una ruta clara en proceso de sustitución de estos cultivos, como quedó consignado en el acuerdo de paz con las Farc, pero con una idea clara: que la sustitución debe ser gradual y concertada.

Se trata de una organización que agrupa comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas que quieren hacer parte de la solución de las comunidades involucradas en la problemática de los cultivos ilícitos, para planear conjuntamente con ellas la sustitución en todos los territorios.

De manera concreta, el objetivo es lograr que esta organización en conjunto sea la interlocutora entre el gobierno y las Farc para implementar el punto cuatro del acuerdo. Es decir, que queda gobierno, Farc y la Coccam, dialogando en conjunto sobre cómo debe avanzar la puesta en marcha de las políticas de sustitución de cultivos ilícitos.

Pero además, los dirigentes de la Coccam señalan que tal como se acordó en La Habana, los caminos son la sustitución integral, voluntaria y concertada, así como “los usos ancestrales y alternativos, el tratamiento de salud pública a la adicción y al consumo de drogas, y la afectación sobre el verdadero narcotráfico”.

También solicitan que cese “la persecución y criminalización” contra los campesinos y que liberen a los más 3.000 que, según ellos, están privados de la libertad como si fueran narcotraficantes.

La Coccam, además, les pide al Gobierno Nacional y a las Farc que se reúnan de manera urgente con sus delegados, de cara a la implementación del acuerdo en materia de sustitución y de cara a la asamblea de la Coordinadora.

De la misma manera, la agremiación tendrá que superar todas las dudas y acusaciones que se generan entre las autoridades encargadas de la lucha antinarcóticos, relacionadas con el alto número de pequeños cultivos que podrían terminar en una eventual producción de difícil control. Estas surgen porque en países como Bolivia, donde la figura de los cultivos legales existe para el uso tradicional de las comunidades indígenas, se han dado casos de desvío de la hoja para narcotráfico. En tal sentido traemos a colación datos del último informe de Naciones Unidas sobre narcocultivos en el mundo, donde se señala que al menos 11.299 toneladas de hojas de coca, de un total de 32.500 producidas, “son desviadas al mercado de comercialización ilegal”. Esto es, a la producción de cocaína, una preocupación de la que participa incluso Estados Unidos.

Se espera que este nuevo colectivo de verdad se centre en la búsqueda de mejores condiciones de vida para quienes trabajan en el campo. Que, unidos, busquen garantías para su bienestar, acudiendo a los entes gubernamentales que existen para tales fines.

Para el Cauca, aguardamos que el impulso que se genere desde la Coccam sirva de motivación para que comenzar un diálogo incluyente que intente acercar las etnias de la comarca. Este sería un primer paso efectivo para acabar con las peligrosas rencillas que hay entre campesinos e indígenas, afros e indígenas o en general entre los propios campesinos de diversas regiones que propenden por recuperar tierras, que en definitiva deben ser usadas para la producción y el crecimiento del agro de nuestro departamento.

Así pues que este viernes, más de 5 mil campesinos, indígenas y afrodescendientes, cultivadoras y cultivadores de hoja de coca, marihuana y amapola de 14 departamentos del país, arribarían a Popayán para constituir este nuevo colectivo que intentará visibilizar muchas comunidades que, a lo largo y ancho del territorio nacional, a raíz del abandono estatal, la negación de sus derechos y la falta de opciones, se vieron abocadas a la siembra de estos cultivos como única oportunidad para sobrevivir.