Editorial: Gestión del riesgo, normas que deben ser aplicadas

El pasado miércoles, el fuego amenazó a la plaza de mercado del barrio Bolívar. Un incendio estructural al interior de unas vetustas bodegas donde se almacenan productos agropecuarios, perfectamente pudo haberse extendido entre estructuras pudiendo llegar a la veterana y maltrecha edificación que funge desde hace más de 50 años como centro de expendio de alimentos para los payaneses.

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La emergencia que solo dejó daños materiales en dos bodegas con pérdida de algunas canastas plásticas que contenían frutas, tubérculos, legumbres y otros alimentos perecederos, fue controlada a tiempo por las unidades del Cuerpo de Bomberos de Popayán, Cbvp. Cinco máquinas, dos ambulancias, 28 bomberos y 4 paramédicos actuaron de forma idónea en esta nueva emergencia. Sin embargo, tras el final de la misma, un manto de preocupación se explayó sobre los cuerpos de socorro y el sistema de gestión del riesgo del municipio.

En principio, según se dijo desde el propio cuerpo bomberil, la intervención poco oportuna de la gente que intentaba salvar mercancía desde el interior de las bodegas afectadas, no permitía la eficiente labor de las unidades de socorro.  Así pues que fue necesaria la intervención de unidades policiales para despejar el sector y así permitir el normal desarrollo del operativo de los bomberos.

Precisó el Cbvp que los negocios que operan dentro de las bodegas afectadas infringían la reglamentación sobre inspección bomberil; además, toda esta zona comercial aledaña a la galería, opera de forma casi informal, sin orden alguno a nivel de sus estructuras físicas, con graves falencias en sus sistemas de cableado eléctrico, pero sobre todo, sin control alguno en cuando al almacenamiento de peligrosos materiales, muchos de los cuales son potencialmente inflamables.

Bajo todo este latente riesgo donde los planes de emergencia o de acción social de respuesta son una utopía, conviven a diario cientos de personas, entre comerciantes, transeúntes, habitantes de calle, compradores y ciudadanos del común.

Y para agravar el preocupante panorama, se conoció preliminarmente, según las autoridades, que el fuego pudo haberse iniciado por un corto circuito originado en la parte posterior de una de las bodegas de abarrotes contigua a otra donde se almacena material reciclable. De esta forma quedaron en evidencia posibles irregularidades de parte de algunos comerciantes en cuanto al manejo de las líneas eléctricas que se enredan sin la experticia del caso, generando las peligrosas sobrecargas que terminan en un corto circuito.

Ante toda esa oleada de irregularidades caben las siguientes preguntas: ¿cuántos espacios comunes más están en igual o peor condiciones (las plazas de mercado de La Esmeralda, Bello Horizonte, Las Palmas; el centro comercial Anarkos, entre muchos otros? ¿Hay vigilancia permanente de parte de las autoridades relacionadas con gestión del riesgo a esos espacios comunes? ¿Hay control sobre el manejo de elementos almacenados en las zonas de bodegas que hay en la ciudad?

Pero más allá de todas estas falencias a nivel preventivo, esta emergencia también debe poner en la palestra la aplicación continua de planes preventivos y de contingencia, simulacros de diverso tipo, ubicación común y manejo adecuado de extintores, revisión permanente de redes eléctricas y de gas y de la instalación de sistemas de alarmas en espacios comunes como las plazas de mercado de la ciudad.

Esperamos también que durante la reunión extraordinaria sobre gestión del riesgo que tuvo lugar este jueves, los integrantes de este comité se propongan la aplicación sin excepciones de la normatividad vigente, enfocando esfuerzos hacia verdaderos programas preventivos que despierten conciencia ciudadana sobre importancia de los mismos y de la documentación y elementos de seguridad con los que deben contar aquellos espacios físicos comunes como las plazas de mercado, en el que diariamente conjugan entre sus corredores, miles de confiadas personas que no saben que están caminando entre una posible bomba de tiempo.