La Policía Metropolitana continúa con la construcción de una casa para una familia de escasos recursos. Comerciantes y fundaciones han dado su aporte a esta noble causa.
Bajo un sol intenso, los ayudantes del maestro de construcción Robert Sarria
materializan poco a poco el proyecto habitacional que cambiará por completo la vida de la señora Marlene Tobar, habitante del barrio Pandiguando, quien habita en un humilde rancho de esterilla.
Ahora, y gracias al aporte del sector privado y al liderazgo del Grupo de Carabineros de la Policía Metropolitana, de manera progresiva ‘nacen’ los muros de lo que será una vivienda de siete metros de frente por cuatro metros de fondo, y con una cubierta en Eternit. La misma contará con un cuarto, cocina, baño y un patio, que será el espacio donde se resguardará del frío y la lluvia. Atrás quedarán la fragilidad del plástico y la rusticidad de la esterilla.
Detrás de esta obra social están los uniformados de este grupo especializado de la Policía Metropolitana de Popayán, quienes de manera paciente empezaron a canalizar las ayudas otorgadas por comerciantes y fundaciones para brindarle la solución habitacional a esta humilde vendedora de lotería y dulces.
“Esta iniciativa arrancó en febrero, cuando los vecinos del sector comenzaron a realizar actividades para reunir dinero con el fin de aportar a este proyecto cuando nosotros, como Policía nacional, identificamos la necesidad de esta ciudadana y empezamos a tocar el corazón solidario de las personas. Tras el llamado, empresas privadas, comerciantes y fundaciones hicieron llegar los materiales de construcción para edificar la vivienda, sobre el mismo lote de propiedad de la señora”, explicó el subintendente Mauricio Gutiérrez, uno de los integrantes de este grupo especial de la institución.
El fruto de los esfuerzos ya germina cuando el maestro Robert Sarria y sus ayudantes edifican las paredes con los ladrillos, luego de nivelar el terreno y fundir los cimientos, los mismos que soportarán esta iniciativa de esperanza. Por eso, y sobre el pavimento, estos señores de la construcción preparan el concreto para hacer la pega de los ladrillos, los cuales se elevan hacia el cielo, ese mismo que antes era el techo la casa de Marlene Tobar.
Esta labor, digna de llamarse así por la exigencia física que requiere, es apoyada por los uniformados, quienes colaboran en esta actividad por momentos y como forma de aportar un ‘grano de arena’ a esta iniciativa que busca mejorar, además de la seguridad y la convivencia ciudadana, la calidad de vida de los habitantes de Popayán.
“Cuando se trabaja con esmero y dedicación, se logran grandes cosas. Hay muchas cosas por hacer, pero lo importante es empezar, ejecutar. Nosotros como Policía estamos contribuyendo a que nuestras comunidades estén seguras y situadas en el desarrollo”, agregó el uniformado.
Para el comandante de esta institución en Popayán, coronel Pedro Rafael Rodelo, este es un aporte importante para el desarrollo de Popayán y demuestra el compromiso de dicha institución con la construcción de tejido social.
“Cada integrante de la Policía trabaja para que los ciudadanos encuentren soluciones efectivas a sus dificultades, esa es nuestra razón de ser”, explicó el oficial.
Por eso, y como forma de continuar en esta iniciativa, los uniformados realizaron un llamado a las personas que quieran colaborar para que se comuniquen al número celular 3146742311, ya que la meta, además de la casa, es entregarle enseres a Marlene Tobar.
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