Un deber de clase de aquellos que muchos estudiantes solo hacen por cumplir, se convirtió para Diana Carolina Palacio Tobar en su pasión, su propósito de vida y su meta.
El Tatami del Coliseo La Estancia esperaba a las alumnas del grado sexto del colegio San Agustín. Allí, Alejandro Solano les proporcionaría una entretenida clase de artes marciales orientales enfocadas en el judo. Una clase lúdica dentro del calendario académico de la institución,
Diana Carolina, de contextura física menuda y baja estatura, confiesa que llegó con poco interés a la cita. Sin embargo, poco a poco, la clase magistral de Solano la fue motivando, a tal grado que su participación en ella fue continua. Asegura la jovencita, en ese entonces con 11 años, que se ofreció para que el profesor Solano ejemplalizara con ella los movimientos y las llave del judo. “Me enganché de una y al final de la clase fui la primera que levantó la mano cuando el profesor nos preguntó que quién quería seguir practicando este deporte”.
Comenzó así la meteórica carrera de Diana Carolina. Su empatía con el profesor Solano junto a su innato conocimiento y su rápido aprendizaje, la fueron puliendo hasta convertirla en una habilidosa judoca en formación.
Eso sí, detrás de los triunfos de esta deportista payanesa está Johana del Pilar Tobar, su señora madre, una mujer cabeza de familia que siempre ha respaldado a su hija, haciendo toda clase de sacrificios para apoyar sus viajes y en la compra de su material deportivo.
Pasaron pocos meses desde aquella clase obligatoria para que llegaran los primeros triunfos en eventos de tipo local y regional en ese año 2013.
Empezó con los Juegos Supérate, triunfando en las fases regionales y nacionales y alcanzando cupo para el Sudamericano estudiantil en Brasil. Desde entonces la payanesa ya se perfilaba como una de las mejores, no solo a nivel nacional sino también internacional.
La medalla de plata en el gigantesco país vecino fue ese primer escalón que la ubicó en la mira de los entes deportivos, sumando los reiterados triunfos a nivel regional y nacional.
Diana Carolina, sin descuidar sus estudios de bachillerato donde siempre ha destacado como las mejores, se convirtió en la deportista revelación para la Acord Cauca en el 2014, año en el que también sumó una medalla dorada en la versión de los Sudamericanos Estudiantiles en Paraguay y títulos nacionales en la categoría en la que competía en ese año en menos de 44 kilogramos.
Triunfos y ‘gastos’
Por su elevado nivel de competencia, el profesor Solano convenció a Diana Carolina para que en el 2015 compitiera en categorías superiores. Así, pese a sus 13 años, la caucana se midió de tú a tú con niñas de 18 años, alcanzando en el campeonato nacional de Bucaramanga, la medalla de bronce. Además Coldeportes la convocó para hacer parte del programa Reservas del Deporte, con el cual le apuntan a su futura participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires en el 2018.
Hoy en día, con casi 16 años cumplidos y considerada en la élite de este deporte, la judoka caucana que quiere ser ingeniera o matemática, compite en categoría mayores, demostrando su gran calidad, habilidad y sapiencia, alcanzando podios y medallería al vencer a rivales de más de 20 años.
Para ella, se viene ahora un chequeo en Guatapé, Antioquia, desde mitad de la presente semana y luego el Panamericano de Judo en Cancún México en las categorías Cadete y Junior. Ambas competiciones, a pesar de estar subsidiadas por Coldeportes con tiquetes aéreos y hospedaje, le representan a Diana Carolina elevados gastos económicos. Allí, como siempre lo ha hecho, entra doña Johana del Pilar que se rebusca dichos recursos para que su hija pueda enfrentar en los tatamis, a las mejores del país y del continente.
Precisamente para el presente Panamericano, esta abnegada madre que se gana la vida como vendedora en un puesto del centro comercial El Empedrado, tuvo que prestar dinero para que su hija pudiera adquirir dos judogui oficiales (el vestido para competir en judo) adecuado a las normas de la Federación Internacional de Judo. Cada uno de ellos, con sus respectivos parches (dónde se ubica el nombre de la deportista y el número en la competencia) cuesta casi 900 euros. Además se le suma el costo de la tarjeta para poder tomar parte del evento internacional que es de 71 dólares.
Madre e hija, cada una haciendo sus respectivos sacrificios (como mamá y como estudiante y deportista), hacen un llamado a la empresa privada a fin que apoyen económicamente en el proceso formativo de la judoka. Aportes de ese tipo servirían para que Diana Carolina a corto plazo, pueda hacer realidad el sueño de alcanzar una de las becas que entrega Coldeportes para deportistas élite. De esta forma se garantizaría todo el proceso de preparación con miras a participar en todas las competiciones del ciclo olímpico, incluyendo las olimpiadas de 2020.
Palmarés
Nombre: Diana Carolina Palacio Tobar
Fecha de nacimiento: Agosto 16 de 2001
Colegio en el que estudia: San Agustín
Grado que cursa: Décimo
Peso en el que compite actualmente: Más de 44 kilogramos
Logros alcanzados:
Medalla de Bronce Sudamericano Estudiantil en Brasil, 2013.
Medalla de Oro Sudamericano Estudiantil en Paraguay, 2014.
Deportista revelación Acord Cauca en 2014.
Campeona nacional en categoría infantil en 2014, 2015 y 2016.
Medalla de Bronce en el Campeonato Nacional de Mayores en 2016.
Comentarios recientes